La FIFA comienza una nueva era

Mientras se decidía el destino de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y la elección del nuevo presidente, el italiano Gianni Infantino, que reemplaza al suspendido Joseph Blatter, los 207 delegados de las federaciones nacionales con derecho a voto emitieron su voto para aprobar las reformas del organismo.
La decisión obtuvo el consenso con 179 electores a favor y solo 22 en contra, y la misma establece cambios en la operatoria y transparencia de la máxima entidad futbolística para enfrentar y hallar soluciones a las reiteradas denuncias que en 2015 fueran comprobados como casos de corrupción.
«Estamos unidos en nuestra determinación de hacer las cosas bien, que el foco regrese nuevamente al fútbol» declaró Isaa Hayatou, presidente interino de la FIFA. Además, expresó que «el difícil trabajo de restaurar la confianza y mejorar la manera como trabajamos comienza ahora», en referencia a las propuestas aprobadas por amplia mayoría.
Entre estos cambios se anunció que a partir de ahora el periodo de ocupación de un cargo de alto rango en el organismo tendrá una reducción para evitar las continuas reelecciones, tan características en el caso particular de la FIFA. Por ejemplo, el brasileño Joao Havelange gobernó desde mayo de 1974 hasta junio de 1998 y Blatter lo hizo desde la finalización de Havelange hasta octubre de 2015 (interrumpido por la Justicia).
Otra de las reformas es la publicación de los salarios de los dirigentes y separar las decisiones administrativas de las comerciales, además de eliminar el Comité Ejecutivo en reemplazo de un consejo con 36 miembros que, asimismo, tendrá un mínimo de 6 mujeres como integrantes del mismo para impulsar la igualdad y potenciar la disciplina en el ámbito femenino que crece año tras año.
Además, la FIFA será dirigida por un Secretariado General, es decir, una junta que tendrá como líder a un secretario general. También el aspecto económico y financiero será auditado por un equipo de trabajo independiente del organismo para analizar las cuentas y balances administrativos, que tiene como segundo objetivo replicarlo y verse imitado en el proceder en las respectivas federaciones regionales y nacionales.