Una de mis tantas pasiones tiene que ver con el misterio que aguarda el tiempo, que así como es de infinito lo considero como el mejor maestro y amigo. Al principio, debo confesar, me aterraba y me enojaba. No se lo puede detener. Quizás el temor sucedía al pensar en la forma en que podía llegar a morir, el miedo a soltar a las personas que amo o no llegar a cumplir todos mis sueños. Cuando somos jóvenes vemos al envejecimiento como algo lejano, pero todo pasa rápido y hay mucho por hacer. ¡Manos a la obra!
Por otro lado, me gusta imaginarme anciano. Me visualizo mojando los pies en algún arroyito bajo los árboles, agradeciendo tanto lo bueno como malo, escribiendo una poesía y sonriendo al cielo. Es un buen ejercicio para ver qué estamos haciendo, qué hábitos debemos mejorar y cómo podemos alcanzar la sabiduría que te brindan los años. Siempre debemos mejorar y hacer brillar nuestro interior.
Muchas personas hacen lo imposible para mantenerse jóvenes e, incluso, perjudican su salud y llegan a extremos como la muerte. Encontrar un equilibrio nos ayudará a aceptar lo inevitable y transitar cada etapa en armonía, sin dolor ni ansiedad. Hoy, a diferencia de hace algunos años atrás, la posibilidad de prolongar nuestra vida es muchísimo mayor, contamos con otro entorno, recursos y preparación. Hay abuelos que rebozan de energía vital y felicidad, más que los jóvenes. ¡Cuánto los admiro!
Envecejer con felicidad
Gracias a mi formación y experiencias, cuando profundicé en la espiritualidad y en enseñanzas ancestrales que hablan sobre el envejecimiento, comencé a experimentarlo como una gran oportunidad para alcanzar un destino fabuloso, repleto de posibilidades y paz… a prepararme para otras existencias y, sobre todo, superar ese inmenso miedo a uno de los mayores sufrimientos que forman parte de la vida y la muerte. ¿Cómo te ves anciano?
Desde «Noches Vernäculas» te proponemos una lectura para reflexiones sobre el paso del tiempo, por eso hablamos de «Cómo vivir 120 años. De la utopía a la realidad», escrito por el conferencista y profesor de medicina natural, Adolfo Pérez. ¿Te gustaría vivir más de un centenar de años? A mí sí, pero hay que saber llegar.
Como bien expresó el autor, «Si unimos la mente, el cuerpo y el espíritu, nuestro maravilloso organismo puede alcanzar, sea cual sea el estado de salud actual, unas cotas de mejora y perfección que, hasta ayer, eran simplemente quiméricas. La restauración de los telómeros, la dieta, el estado anímico, el ejercicio y un uso adecuado y sensato de los complementos naturales te proporcionarán una rápida mejora en tu estado de salud y te encaminarán hacia la longevidad». Deseo que disfrutes al máximo este reflexivo audio y vivas muchísimos años llenos de felicidad.
