Lo que nos salva, año a año, pese a toda voluntad de destrucción del arte, es el empuje de los y las artistas. Listos para presentarnos sus maravillosas obras realizadas contra viento y marea. Aquí dejamos (a nuestra opinión) las mejores películas argentinas del 2018.
«La reina del miedo»
Marcó el primer gran estreno en el mes de marzo. Una actriz que pasa por su cuerpo toda crisis existente en una ansiedad constante. Robertina, la reina del miedo, marca un antes y un después en su vida a partir de enterarse de la enfermedad terminal de su amigo. Dirigida por Valeria Bertuccelli.
«Aterrados»
Terror nacional, un género infravalorado. «Aterrados» llegó para estremecer los cines. Efectos de primer nivel y un universo para el escalofrío, con un flojo final pero nada que no se pueda perdonar. Esperamos con ansias su incorporación a Netflix a principios del 2019. Dirigida por Demian Rugna.
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«El motoarrebatador»
Agustín Toscano estrenó una de las mejores películas del año. Un ladrón en moto hiere gravemente a una mujer. Afectado, acude a verla en el hospital y descubre que perdió la memoria y en este suceso encuentra una posibilidad de redención. Humor, sensibilidad y actuaciones excelentes.
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«El ángel»
Una de las más taquilleras del año y la elegida por nuestra academia de cine para representarnos en los premios Oscar y Goya. Inspirada en la vida del criminal Robledo Puch, logró ser una mezcla maravillosa entre lo mejor del cine comercial y excelentes toques autorales de su director Luis Ortega.
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«Joel» y «Mi mejor amigo»
«Joel» de Carlos Sorín y «Mi mejor amigo» de Martín Deus fueron dos películas hermosas y con mucha sensibilidad que fueron bien recibidas, pero sin la masividad de público que se merecían. Ambas hablan de forma minimalista e íntima. La primera trata sobre una pareja y su adaptación frente a la adopción de un niño y su historia, la segunda sobre un adolescente que vive un momento de iniciación y descubrimiento de su sexualidad y el desafío de aceptarse a sí mismo.
Nota completa de «Mi mejor amigo» aquí. Entrevista con Martín Deus, Angelo Mutti Spinetta y Lautaro Rodríguez aquí.
«Rojo»
Con su grandilocuencia es una de esas películas que quizás no sean muy populares y vistas una y otra vez por el espectador, pero sí será una que se va a analizar mucho tiempo. Un policial, un crimen, la inminente dictadura militar y la clase media. Una película de los 70′. Dirigida por Benjamín Naishtat.
Nota completa aquí. Entrevista con Benjamin Naishtat aquí.
«Yo Niña»
Natural Arpajou suma, con su ópera prima, una obra luminosa, potente, bella y simpática. Una niña que no puede encajar en los mundos que los adultos le quieren imponer: sus padres en una comunidad hippie en el sur versus la vorágine de la ciudad. Las contradicciones, los enojos y también todo lo que la hace feliz.
Nota completa y entrevista a Natural Arpajou aquí.
«Todo el año es navidad»
Nestor Frenkel una vez más nos trae su mirada sobre un micromundo. Los papanoeles, esos hombres cuyo uniforme de trabajo es un traje rojo brillante y una barba muy blanca. Propone, como siempre, un reconocimiento de lo absurdo y lo divertido de todo nuestro alrededor al tiempo que también le da cierta relevancia y homenaje a estos personajes hasta que llegamos a encariñarnos.
Nota completa sobre la película aquí. Entrevista con Néstor Frenkel aquí.
«Viva el palíndromo»
Divertido, entretenido y exótico es este documental sobre las palabras y frases que se pueden leer tanto del derecho como del revés. Su principal cualidad es la de no agotarse y funcionar desde el primer minuto al último. Dirigido por Tomás Lipgot.
Nota completa y entrevista a Tomás Lipgot aquí.
«Los corroboradores»
Un documental apócrifo, ficción, realidad y archivos históricos, todo eso. El mito de la asociación secreta de «los corroboradores» que querían transformar Buenos Aires en París es el centro de la trama. Una de las películas más efectivas del año a la hora de generar tensión. A veces reiterativa para dilatar la duración, pero nada que impida disfrutarla por completo. Dirigida por Luis Bernardez.
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