A Bélgica le costó demasiado

El seleccionado de Bélgica llegaba a esta Copa con la esperanza de convertirse en la revelación para la gran mayoría de los aficionados al fútbol. Y no terminó de convencer, pero recién se trata del primer partido y, con muy poco, le alcanzó para llevarse el triunfo y mostrar a un par de jugadores que pueden torcer el rumbo de un encuentro desfavorable.
Sorpresivamente, Argelia se paró en cancha más ordenado que los belgas e inclinaron la balanza en todo el primer tiempo con escaso ataque pero mucho orden defensivo. Por el lado europeo no aparecía la creatividad y no encontraban la vuelta para anotar el primer gol. Y, precisamente, este llegó para los once de camiseta blanca tras un centro que no llevaba peligro pero que, de manera infantil, tuvo a Jan Vertonghen como protagonista al tomar del brazo al delantero argelino y cometer un penal que Sofiane Feghouli se encargó de convertir con un disparo suave y al medio del arco desde los doce pasos.
Con el resultado a favor Argelia ganó confianza y empezó a abrirse en el campo de juego. Bélgica seguía sin rumbo y así llegó el fin de la primera etapa.
Y vaya si cambiaron las cosas. El entrenador Marc Wilmots puso en cancha a Dries Mertens y así los vestidos de rojo empezaron lentamente a ganar terreno. Recién a los 66′ Bélgica tuvo una situación clara para marcar el empate, pero Adi Mbolhi le sacó el remate a Divock Origi (también ingresado en la segunda parte). Pero de tanto tirar centros y buscar el gol, este llegaría a los 70 minutos con un centro de Kevin De Bruyne al punto penal que Marouane Fellaini peinó de espaldas para clavarla al segundo palo. Vale destacar que Fellaini fue el tercer cambio de Bélgica, lo que demuestra el acierto de Wilmots para revertir la historia.
A partir de allí, los europeos no cesaron de buscar el arco, con el estandarte Eden Hazard en su plenitud futbolística. El 10 avanzó hacia el arco y le dio una asistencia de lujo cambiando de frente a Mertens, quien le reventó el arco al arquero africano para sellar el definitivo 2-1. Faltaban 10 minutos para la finalización del partido, pero la sensación era que el resultado quedaba sentenciado, aunque tres minutos después otro cabezazo de Fellaini tuvo que ser desviado por Mbolhi para evitar el tercer gol de Bélgica.
Al parecer y por lo visto en el enfrentamiento, el Grupo H va a ser mucho más parejo de lo que se creía.