Boca Juniors vuelve a participar de la Copa Libertadores tras arrebatarle, en la noche del miércoles en Mar del Plata, la chance a Vélez Sarsfield de jugar la fase de grupos de la máxima competencia continental a nivel de clubes.
Luego de un pobre partido, el Xeneize derrotó al Fortín por 1-0 con un golazo de Nicolás Colazo, que remató fuerte desde lejos, sobre el vértice derecho del área grande que defendía Sebastián Sosa, para clavar la pelota en el segundo palo y con ese marcador sentenciar el encuentro.
Para las estadísticas quedarán las expulsiones sobre el final (todas bien sancionadas, pese al regular arbitraje de Carlos Delfino) de Andrés Chávez por el lado de Boca, y del juvenil Fausto Grillo y el experimentado Leandro Somoza en el equipo de Villa Luro.
Con este resultado por la mínima diferencia, Boca Juniors ingresa al Grupo 5 junto a Zamora (Venezuela), Montevideo Wanderers (Uruguay) y el vencedor del repechaje entre Palestino (Chile) y Nacional (Uruguay). Esta misma instancia eliminatoria es la que deberá sortear Estudiantes de La Plata frente a Independiente del Valle (Ecuador), que se metió en el mano a mano continental gracias a colocarse como el mejor argentino en la última Copa Sudamericana tras la derrota sufrida por un Vélez que tuvo el peor debut del entrenador Miguel Ángel Russo.
Precisamente, lo mostrado ante Boca preocupa si las intenciones del club es pelear en lo más alto del torneo local: escasez de variantes e ideas, nada de velocidad ni reacción y preocupante falta de decisión y actitud para plantear un partido a todo o nada para jugar la copa en la que todos quieren estar.
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