Caos y violencia en Egipto

Lo que comenzó como un desalojo de los campamentos apostados en El Cairo que se pronuncian a favor de la reposición en el cargo de presidente a Mohamed Morsi, el primero en ser islamita y electo democráticamente en Egipto en toda su historia, y que posteriormente fuera derrocado por las fuerzas militares, se convirtió en una batalla que dejó como saldo miles de muertos y heridos.

Foto: AFP
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A raíz de la deposición de Morsi por las Fuerzas Armadas en el mes de julio, dos grupos se expresaron en contra de este accionar y exigieron volver atrás la medida. Estos realizaron un acampe en el este de la capital egipcia y, bajo la orden de disolver cualquier protesta, produjeron enfrentamientos entre manifestantes y militares. Gehad al Hadad, uno de los representantes de los Hermanos Musulmanes (agrupación a la que perteneció Morsi antes de asumir su mandato), relató lo vivido a través de su cuenta en Twitter y redactó lo siguiente: «Esto no es un intento de acabar con una protesta, sino una eliminación sangrienta de cualquier voz que se opone al golpe militar».
Sobre estos sucesos, un comunicado del Ministerio del Interior expresa que «el gobierno tomará las medidas necesarias contra las sentadas en Rabaa y Nahda para proteger la seguridad de sus ciudadanos. Para ello, las fuerzas de seguridad han comenzado a implementar las medidas necesarias para dispersar ambas protestas. Se garantizará a los manifestantes una salida segura y no los perseguirá, salvo en el caso de aquellos que son buscados por la Fiscalía. El Ministerio no quiere que haya un derrame de sangre egipcia». Pero, contrarias a estas últimas palabras, ya hay quienes contabilizan 2.000 muertos y más de 1.000 heridos.
Foto: EFE
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Como consecuencia de estos sucesos, en otros puntos del país comenzaron a producirse manifestaciones opuestas al accionar del ahora gobierno, tales como sucedieron en Alejandría, Behira, Fayoum, Suez y Qena, donde ciudadanos salieron a las calles y mostraron su repudio a la represión y al derrocamiento de Mohamed Morsi, por lo que quemaron algunas iglesias (una de las facciones que apoyaron el golpe de estado es el cristianismo). Seguido a esto, se cancelaron los recorridos de trenes y se decretó toque de queda en varias provincias y estado de emergencia durante todo el mes.
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Es tal la gravedad del asunto, que la portavoz de los Hermanos Musulmanes en el Reino Unido, Mona al-Qazzaz, pidió “que la comunidad internacional intervenga para detener esta masacre. Todos sabíamos que esta masacre iba a ocurrir”, a lo que agregó la acusación de que “la comunidad internacional ha permanecido en silencio». Recordemos que desde el 3 de julio el general Abdul Fattha al Sisi ordenó detener a Morsi (no se conoce su paradero actual), nombró como presidente interino al jefe de la Corte Constitucional Suprema y suspendió la constitución, lo que provocó innumerables protestas contrarias a estas decisiones opuestas a la decisión popular de hace poco más de un año atrás, cuando Morsi ganó las elecciones, aunque por escaso margen, y sucedió a Hosni Mubarak (quien fuera presidente por tres décadas).
Este miércoles 14 de agosto dimitió en su cargo el vicepresidente interino, el ganador del Premio Nobel de la Paz, Mohamed El Baradei, quien alegó que existían “alternativas pacíficas” para resolver el conflicto y cerró su comunicado con la expresión de que no puede hacerse “responsable por una sola gota de sangre derramada”.
Mientras tanto, el número de víctimas fatales crece y la crisis social que divide al país se profundiza.
Qué representa el toque de queda
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La decisión de implementarlo otorga al ejército plena autoridad para ayudar a la policía y tomar cualquier tipo de acción necesaria para mantener la seguridad, impone restricciones a los derechos de libertad de las personas para transitar por ciertos lugares a diferentes horas y el arresto de sospechosos o personas que la autoridades consideren peligrosas al orden público. Además, da pleno derecho de vigilancia de mensajes de cualquier tipo y el monitoreo de periódicos, publicaciones y todo tipo de publicidad antes de su publicación.