Celulares contra el analfabetismo

Muchas veces se critica que el uso excesivo de los teléfonos celulares para mandar mensajes de texto arruina la escritura y la ortografía por el abuso de abreviaciones y expresiones raras para reducir la cantidad de palabras que se usan para escribir los mensajes. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) dio a conocer un informe en el cual señala que el uso de estos dispositivos es una herramienta para combatir el analfabetismo en los países en desarrollo. En estos donde el acceso a los textos impresos es limitado, numerosas personas leen libros e historias completos en las pantallas.
El documento, titulado «Leer en la era móvil» indica que «los teléfonos móviles están ayudando a eliminar el duradero obstáculo del analfabetismo y proveyendo a muchas personas con una primera puerta hacia los libros».
Un detalle no menor es la amplia difusión de los teléfonos móviles en la población mundial, ya que de los 7 mil millones de habitantes del globo, 6 mil millones tienen acceso a una línea telefónica móvil. Un dato que resulta más que llamativo si tenemos en cuenta que solo 4.500 millones de personas disponen de un baño en condiciones.
Actualmente hay en el mundo 774 millones de personas (de los cuales 123 millones son jóvenes) que no saben leer ni escribir, y el analfabetismo es, en parte, a causa de la falta de libros. En el África subsahariana muchas personas no poseen libros y las escuelas no suelen facilitar material de lectura ni manuales escolares a los alumnos.
Este estudio piloto de la Unesco se realizó en siete naciones en desarrollo: Etiopía, Ghana, India, Nigeria, Pakistán, Uganda y Zimbabwe. Al analizar las respuestas de 4.000 personas y en otras entrevistas cualitativas, el trabajo de la organización internacional demuestra que un tercio de los participantes en el estudio leen historias a sus hijos a partir de sus teléfonos móviles, las mujeres leen más que los hombres en teléfonos móviles (casi seis veces más, según el estudio), los hombres y las mujeres leen más cuando comienzan a hacerlo en sus teléfonos móviles y muchas personas recién alfabetizadas o semialfabetizadas utilizan sus teléfonos celulares para acceder a textos que pueden comprender.
Uno de los puntos que el estudio menciona como obstáculo para el combate contra el analfabetismo es el costo de los libros en muchos países, por lo cual la utilización de aparatos a los que ya se tiene acceso es una forma más práctica de inducir a la lectura.
Las conclusiones del informe subrayan que el 90% de los encuestados muestra una actitud positiva hacia la lectura en teléfonos móviles cuando lo probaron, con mayor entusiasmo entre quienes leen con más frecuencia.
Otro dato es que las mujeres leen en promedio 207 minutos por mes, unas seis veces el tiempo del hombre, que alcanza en promedio poco más de media hora mensual. La mayor lectura en la población femenina puede deberse, según la Unesco, a que leer en el teléfono sea «más aceptable socialmente que leer libros físicos» en aquellos países en donde el acceso de las mujeres a la educación es todavía «un asunto polémico».
Sin embargo, hay que hacer notar que también hay dificultades para la lectura en teléfonos celulares. Entre ellos el informe señala la poca oferta cuantitativa en títulos para los teléfonos móviles sin acceso a internet (mencionado por casi el 60 por ciento de los encuestados) y los problemas de cobertura, a lo que apuntaron el 53% de los entrevistados. Por su parte, solo un 18 por ciento manifestó como dificultad el costo de las telecomunicaciones.
Entre las sugerencias y consejos que dan los autores del estudio a los gobiernos de países donde existe un alto porcentaje de analfabetismo es dar prioridad a las niñas y mujeres a la hora de fomentar la lectura en el teléfono, ya que, si bien es un grupo con menor acceso la tecnología, muestra más entusiasmo por la lectura. Además mencionan a los niños y los mayores como el otro sector que se beneficiaría con una mayor exposición a este tipo de lectura.
La Unesco también aconseja ampliar y diversificar los catálogos temáticos disponibles y que se traduzcan a las lenguas locales, para dar la oportunidad de experimentar ese tipo de lectura a usuarios potenciales y, finalmente, que se impulsen medidas tendientes a reducir el coste de la tecnología y las conexiones.