Che Joven, voz hecha canción

Pablo y Marino Coliqueo son hermanos y hace 20 años formaron Che Joven. Ambos nacieron en el pueblo de los Toldos, en la provincia de Buenos Aires, y pertenecen a la comunidad mapuche Los Coliqueo.

Sus canciones son como su ADN, al escucharlos fácilmente uno puede trasladarse a esos paisajes, a esas tierras donde desde hace muchos años se lucha por la identidad de estos pueblos. A través de su música transmiten el sentir de muchas personas, son quienes además han tomado las historias de otros para hacerlas propias, mezcla de poesía exquisita y ritmos andinos que se conjugan en cada uno de sus trabajos.

Tuve la oportunidad de entrevistarlos y reflexionar acerca de algunas cuestiones que le ocurren a los artistas.

¿Les costó mucho llegar a difundir su música en Capital Federal?

Mucho tiempo y mucho trabajo nos ha costado llegar a este lugar de privilegio. Las cosas que transgreden un poco generalmente tienen un poco más de trabajo para llegar, y cuando llegan también tienen su peso. Nosotros somos unos eternos convencidos de que siempre nos hemos entregado a esto que hacemos, desde que tenemos uso de razón, y nunca medimos las consecuencias de esta entrega.

Además, para llegar a la capital, al no ser de acá, las metrópolis siempre parecen lejanas y que tienen cierta resistencia a la gente que viene del interior en cuestiones artísticas.

¿Cómo es la repuesta del público?

Nos hemos sorprendido en estos últimos 4 años que empezamos a venir a Buenos Aires, y cada vez más, por la fidelidad del público de la ciudad y del Gran Buenos Aires. A nosotros nos sorprende cada vez que hacemos una presentación cómo la gente que es gustosa de lo que uno hace es capaz de viajar y tomar un tren o taxis para venir a vernos, llueva o truene, pase lo que pase. Si a la gente de acá le gusta lo que vos hacés te acompaña.

Estamos muy agradecidos, si bien anduvimos mucho tiempo esquivándole a venir a Buenos Aires estuvimos muchos años sin visitarla. Fue por decisión de transitar primero otros caminos, de poder saber cómo íbamos a contar lo que teníamos para contar, entonces en lugar de tomar el camino directo me instruyo un poquito y empiezo a escribir sobre esto, nosotros preferimos transitar el camino muchas veces desde el interior.

Asimismo, nosotros contamos historias de los paisanos, historias que vienen de antes que ni siquiera son nuestras sino que son historias del tiempo, entonces decidimos ir a escucharlos. Contar esas historias eternas por los dueños de las historias eternas, a partir de ahí aparecieron las canciones que estaban esperándonos y ahora nos acompañan en este disco.

¿Cómo es el momento de la composición?

Es como funciona nuestra química. Nuestra composición es la investigación, el contacto, la experiencia y así también nos pasa que es lo que nos motiva a cantar para el público, hacer público lo que nos gusta, que es que la gente también viva la experiencia de la canción, que no solamente escuchen una linda melodía. Una melodía tiene que ver con la letra, y la letra tiene que ver con nosotros y nosotros tenemos que ver con el mundo que creamos y es un círculo que es fundamental para la vida nuestra. Y nuestros recitales hablan de eso, hablan de la comunicación integral de las personas que están en la escena, y el público que también muchas veces es parte de la escena.

¿Quiénes son sus referentes?

Latinoamérica ha dado referentes increíbles, referentes máximos como León Gieco, Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, Víctor Jara… y podemos seguir nombrando. Todos ellos en nuestra casa eran música popular permanente cuando éramos chicos, cuando los discos eran prohibidos en la Argentina nuestros viejos lo supieron atesorar. Cuando nosotros éramos chicos no vivimos la desgracia y el proceso que vivió este país, tuvimos la suerte que nos la contaran y que nos mostraran esta cantidad de bibliografía musical, por decirlo de alguna manera, que nos ha nutrido la necesidad de seguir formando una poesía que persevere a través del tiempo.

Lo importante es cuando nos encontramos con la parte receptiva de los medios, de poder contar estas historias. Podemos asegurar que hay muchísimos actores nuevos dentro de muchas ramas del arte, actores muy potentes con un montón de historias de pensamientos libres muy fuertes, y que están esperando solo la oportunidad. Nosotros somos extremadamente inquietos y por eso hemos logrado avanzar.

¿Qué opinan de la escena musical? Hablan de varios caminos que pueden tomar los artistas

Está el hecho de encontrarse con un artista en una etapa de crecimiento, de desarrollo, porque hay tantos que nos son visibles o muchas veces son invisibilizados. Hay que cambiar parte de esta reflexión de que el artista tiene que salir a buscar, como esta cuestión impuesta de la mercadotecnia del mundo en la que todo tiene que ser global. En realidad lo que tiene que pasar tiene que pasar, no hay que esperar tampoco.

El artista vive procesos internos que son muy fuertes, todo llega en determinado momento y no hay que mecanizar todo de una misma manera porque si no hay algo que nos está pasando que queremos que esté en todos lados al mismo tiempo, y me parece que está bueno entender eso. Parte de un paisaje como parte de una idiosincrasia, de su propia cultura, de un regionalismo fuerte, hay que potenciar a los artistas regionales y que tengan el argumento en sus regiones, fuerte como para poder salir a contar desde ese lugar pero no únicamente impulsados desde Capital Federal. Es lo que nos pasó a nosotros en algún punto, después de diecinueve años de carera estamos llegando a Buenos Aires.

Esto es algo que le pasa a los humanos, esta cuestión de la ciudad, del ritmo, del vértigo. Hemos visto transformar a un montón de personas del campo, artistas con una cosa genuina muy potente, en una cuestión mecanizada de la ciudad. En algún punto nos da bronca porque esto tiene un valor trascendental como es.  Ya sabemos que hay muchos referentes que han buscado llegar a Capital y desde acá buscaron masificar su mensaje, pero hay que cambiar el pensamiento y llevar los oídos de la gente a los lugares donde están estos artistas. Está bueno que se potencien en ese lugar y también así se permita que crezcan y tengan un fortalecimiento mucho más grande y más rico. Las personas que hacen la cultura en su propio terruño, que debiera ser algo humano y natural, son parte de este asunto de la globalización de la cual todos formamos parte. Son las grandes contradicciones que tiene el sistema: hay muchos jóvenes con talento y entre todos tenemos que apostar por estos nuevos debates.

¿Recuerdan cuándo comenzaron con la música?

Al ser hermanos empezamos desde muy pequeños con la música, tenemos a nuestra mamá profesora de música y nuestro padre que era un cantor apasionado por la música, y viene de ahí de la infancia. No nos acordamos cuándo empezamos a hablar, a caminar ni cuando empezamos a tocar la guitarra, transitamos esos años jugando de una forma muy natural.

¿Cómo se preparan para este show en La Trastienda?

Llegar a La Trastienda es algo muy importante, estamos preparando tremendo show y tenemos invitados como el referente Rubén Patagonia y Francisco Lanfre, entre otros artistas. Va a ser una gran noche, a quien todavía no nos descubrió lo invitamos a que venga al show y le aseguramos que se va a ir con el corazón lleno.

A lo largo de estos 20 años estos cantautores han sido reconocidos con el premio Revelación de Espectáculos Callejeros de Cosquín. Además participaron de espectáculos y de discos junto a Illapu, Rubén Patagonia, Bruno Arias, Horacio Banegas y Fito Páez, entre otros artistas. Consultados sobre algunas de estas presentaciones recordaron cuando participaron de un homenaje a Don Sixto Palavecino: «Fue un homenaje al que nos invitó Néstor Garnica y tocamos junto a él, en un escenario ante 120 mil personas. Fue increíble y no podíamos creer ver siete cuadras de personas y verlo a Don Sixto en el público».

¿En el Interior se sienten más cómodos?

Nos nutrimos el tiempo y fluye de otra manera, acá es todo rápido, creo que es parte de estar amontonados y como dicen los paisanos no tenés espacio,  levantás la vista y hay una pared al lado de la otra y no tenés el horizonte para ver hacia ningún lado.

¿A qué se debe el nombre de su último disco «Nuestro Mensaje»?

Es el tema que significa canción del corazón y es un poco la visión de nosotros despersonificada, esta canción (un poco escuchando el relato de la Ñuque Mapu, que es la Madre Tierra) tiene que ver con nuestra cultura mapuche, en la cual hay una visión determinada en la relación humana con la naturaleza, como formar parte de ese mismo ADN y parte de ese gran ecosistema no sintiéndose extranjero, sino formando parte de ese gran vinculo, de ahí nace esta canción. Nace de la resistencia de los pueblos, de la resistencia de los paisanos territorio adentro, de los colores que nos brindan esas personas que a veces uno se encuentra en el camino, maravillado de esas cantidades de fuegos, de mates, de vinos, de anécdotas compartidas y de ahí nace la canción que abre el disco y la mayoría de las canciones de este trabajo.

En «Nuestro Mensaje» ocho de las canciones son nuestras y otras dos son de Luciano Cañete y Bruno Arias, y de German Kalber y Diego Brandan. Son canciones profundas, no son canciones por cantar. Es cuestión de cantar y dejar un legado para las próximas generaciones y lo que venga después será el juez si lo que nosotros hicimos en este momento es real o una pavada. Nosotros lo hacemos con el corazón, aquellos que ya nos conocen si escuchan el disco les va a gustar. Por ejemplo, Bruno Arias e Illapu tomaron una de nuestras canciones y su forma de interpretarlas, las transitan, las canciones no son nuestras y están ahí esperando que alguien las encuentre y las baje, lo que es verdad es verdad y es irrefutable.

Compartimos un adelanto de lo que se podrá disfrutar en su show, donde presentan su último disco «Nuestro Mensaje» el jueves 22 de octubre a las 21 horas en La Trastienda (Balcarce 460, Ciudad de Buenos Aires).