Con el caballo cansado

Foto: www.portalba.com.ar
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Si vivimos en grandes ciudades de asfalto y luces (y no tanto) somos espectadores de este fenómeno. Una actividad que contrasta con la dinámica de los autos que, entre humo y ruidos, vemos ir y venir sin descanso. Contrasta, y a su vez  pareciera encajar con el paisaje de la urbe al que estamos tan amoldados. Los carros que se ven en las calles tirados a caballo generan una disparidad de controversias: unos ven una molestia, algunos ven víctimas de la injusticia social y otros ven victimarios que someten a los animales a una vida abusiva y antinatural.
Basta de TasEn esta oportunidad, el debate tiene riendas sueltas en Tucumán. Desde el Concejo Deliberante de la capital provincial fue aprobado un proyecto para dejar fuera de circulación a los carros de tracción a sangre y reemplazarlos por motocarros.
El cuestionamiento por esta problemática viene gateando en la provincia desde el 2007, donde se llevó a cabo un relevamiento de los carros, los patentaron y censaron a las personas que se dedican a la actividad. La idea de «Puntos verdes», como se nombró a la iniciativa, fue mantener  a la actividad regularizada, al impedir, por ejemplo, circular en las avenidas más importantes.
Basta de TasPara este año, la propuesta viene reinventada de la mano de la campaña «Basta de TAS» (tracción a sangre). Desde el municipio se nutrieron de este movimiento sustentado por la «Acción Animalista Libera!» y surgió este proyecto que busca detener el sometimiento y los maltratos a los que son expuestos los caballos utilizados para caminar en el asfalto durante largas jornadas, generalmente sin cuidados especiales.
La iniciativa es un gran ejemplo a seguir, un avance en materia de protección animal. Ahora bien, no lo es en inserción laboral. Con o sin el caballo cansado, estas personas siguen recorriendo las calles en busca de una fuente de ingresos.