El final de la sonda Messenger

La misión Messenger llega a su fin luego de orbitar, durante cuatro años, el planeta Mercurio. Con un éxito total en su labor de observar y analizar al cuerpo celeste, se estrellará este martes en su superficie.
La sonda espacial partió de la Tierra en 2004 monitoreada por el equipo de la NASA. Los cálculos fueron precisos y la misión fue cumpliendo sus objetivos. Su viaje tuvo un recorrido de 7.900 millones de kilómetros que incluyen 15 vueltas de Sol, un sobrevuelo a la Tierra, dos a Venus y tres a Mercurio para, finalmente, en 2011 comenzar a orbitarlo.
El final programado para este martes no sería el mejor retiro para una misión que cumplió y superó ampliamente los objetivos propuestos, pero desde un principio el equipo de la NASA sabía que era la mejor opción. Los ingenieros de control enviaron a la nave en las últimas semanas las órdenes necesarias para que la nave ajuste su dirección para impactar el 30 de abril con el planeta. La nave, que ya se quedó sin combustible, no podrá corregir su nueva trayectoria y se estrellará a una velocidad de casi 4 kilómetros por segundo.
Mercurio era uno de los mayores desafíos para los investigadores por su cercanía al Sol, por eso fue necesario desarrollar nuevas tecnologías para lograr que el pequeño laboratorio pueda funcionar sin que las altas temperaturas interfieran.
En 1975 se produjo la primera aproximación al planeta, la Mariner 10 (también a cargo de la NASA) logró acercarse al planeta y tomar algunas imágenes.

La próxima misión tiene fecha de lanzamiento

Será en 2017 con la sonda Bepi Colombo, un proyecto que desarrolla la Agencia Europea del Espacio (ESA) en colaboración de Jaxa, una agencia espacial japonesa. Además, vale mencionar que tiene previsto llegar al planeta en 2024.

Algunos de los logros realizados por Messenger

Obtuvo datos de alto interés científico al enviar 256.000 imágenes.
Se acercó a la superficie del planeta hasta unos 100 kilómetros.
Sus instrumentos científicos terminaron la misión en excelente estado.
Se demostró la hipótesis de que el planeta tiene abundante agua helada.
Entre las nuevas tecnología que ayudó al éxito de la misión se encuentra el desarrollo de un parasol térmico altamente reflectante hecho de un material cerámico, que logró aislar los instrumentos de la nave de la alta radiación solar.
En estas últimas horas Messenger tuvo dos despedidas: la primera a su equipo de ingenieros con el envío de imágenes increíbles y nunca vistas del planeta, y la otra a todos los seguidores amantes del espacio a través de su cuenta en Twitter (@messenger2011) con quienes compartió sus conocimientos del planeta celeste.