El loco mundo del espectáculo

¿Cómo no sabía esto?

La primera noticia del día me emociona, me alegra y me encanta pero, por sobre todas las cosas, me preocupa. No la noticia en sí, sino el hecho de que no estaba al tanto de que esta pareja existía. Shame on me. Sí, podés escribir tu queja acá debajo de todo, dejá tu comentario hablando horrores de mí, porque me lo merezco.
Hace años que soy mega fan de «Saturday Night Live». Me acuerdo siendo aún una niña que me colgaba mirando cada sketch y me maravillaba con los famosos invitados y con la facilidad que tenía esa gente para hacerme reír. Durante mucho años fui una televidente pasiva de ese programa, porque no lo seguía ni me lo bajaba, pero si lo encontraba era la persona más feliz de la Tierra. Con el tiempo me fui olvidando un poco, también porque ser grande significa que, usualmente, tenés algún que otro plan los sábados a la noche y no da llamar a tus amigas diciendo que no vas a la previa porque preferís quedarte en casa mirando «SNL». Por lo menos no todos los fines de semana. El tema es que me perdí varias temporadas y en los últimos meses me encontré con una novedad en mi vida: tiempo de sobra. Mucho tiempo. Así que decidí reencontrarme con aquel viejo amor. Las caras eran distintas a lo que recordaba, pero la esencia era la misma.
Y así fue como conocí a Taran Killam. Me costó bastante sentir el mismo amor por estos nuevos comediantes como el que había sentido por Christina Wiig, Amy Phoeler, Will Ferrell y tantos otros graciosos. Pero este Taran me cae bien, es copado, hace buenas imitaciones y millones de acentos. Es gracioso, qué se yo, se ganó mi simpatía bastante rápido.
Ahora el muchacho está en mi gran pedestal reservado solo para hombres excepcionales (Robert Downing Jr., Mark Ruffalo, a veces Colin Firth, Nick Hornby, mi papá y no muchos más). Es que este muchacho está casado con la mina más maravillosa del mundo, ese tipo de mujeres que todas mueren por ser ella y los hombres mueren por entrarle. Yo sé que en Hollywood es bastante normal, pero ella es especial: Cobie Smulders, ya su nombre es perfecto. Para los dormilones del fondo, estoy hablando de la maravillosamente graciosa Robin Scherbatsky de «How I Met your Mother» o la agente María Hill de «The Avengers». Whaaaaaathever, el asunto es que esta hermosa pareja está casada desde el 2012, ya tienen un hijo y ahora ella está embarazada otra vez. Hermosa noticia, hermosa pareja, hermosa familia. Muy mal, Micaela.

Con los nenes no

Creo que octubre tendría que ser renombrado como «el mes de los pedófilos» o algo así. No es que yo quiera insistir. La semana pasada hablé del protagonista de «7th Heaven» y, en este caso, voy a referirme a un desconocido que no solo hizo lo más horrible que un adulto puede hacerle a un niño sino que, encima de todo eso, me rompió el corazón. Como ves, bastantes graves son las acusaciones.
Por la culpa de este HDP cancelaron mi programa favorito y eso no se perdona nunca. Además, siempre tuve mis dudas de quién podía darle a Mama June. Honey Boo Boo es aquella niña que se hizo famosa por ser una gordita red neck intentando triunfar en el mundo de los concursos de belleza y consiguió su propio programa. Así fue como conocimos a Jabba the Hutt en versión femenina. Hace un par de semanas comenté que Mama y Sugar Bear estaban separados por supuestas infidelidades de parte del padre de Honey, pero parece que ni lenta ni perezosa, Mama June empezó a salir rápidamente con un hombre llamado Mark. Los rumores dicen que este señor es exnovio de la bella gordita, pero que con el tema de la separación de Sugar Bear nuevamente se empezaron a ver. El tema es que parece que Mark habría abusado, intentado o algo parecido, con algún familiar de Honey Boo Boo. El hecho no se concretó y por eso este hombre anda el libertad.
Mama June anda por el mundo cibernético diciendo que ella no tiene más nada que ver con este señor, cosa que nos pone contentos por la seguridad de la amada Honey. El asunto es que TLC, canal original del show, decidió cancelar el show porque no quieren estar involucrados en ningún conflicto relacionado con pedófilos. Lo bien que hacen. Pero… ¿por qué me hacen esto? ¿No había ninguna otra manera de solucionar este problema? ¿Podremos sobrevivir sin Honey Boo Boo?

Charice superpoderosa

Esta es la hermosa historia de Charice quien, gracias a YouTube, pudo salir de su pobre situación económica allá por las Filipinas, volar a los Estados Unidos de América y conocer, nada más ni nada menos, que a Oprah (la versión robusta y morocha de nuestra Susana). De ahí en adelante, la preadolescente grabó un disco, fue elegida como la niña más talentosa del mundo y participó en varios capítulos de «Glee» como Sunshine Corazón. En la mitad de la historia se peleó con su madre (supongo que la guita no pudo mantenerlas juntas) y salió del closet como una orgullosa lesbiana.
La vida de esta niña, ahora no tan pequeña, es maravillosa y de verdad que tiene un talento envidiable. Ahora que Charice hizo su revelación, la vida la fue alejando de esa imagen de niña buena y, con varios kilos nuevos encima, se volvió a presentar en lo de Oprah para decir que se siente como un varón. Muuuchos huevos hay que tener para sentarse en una silla enfrente de esa mujer delante de todo USA y decir lo que dijo. En un principio confesó que no tenía intenciones de llevar a cabo ninguna operación de cambio de sexo, pero solo el tiempo lo sabrá. También me pregunto sobre su futuro en la música.
Sabemos que se puede ser exitoso siendo diferente, como el caso de Conchita Wurst, pero acá la veo más complicada porque parece que Charice todavía no sabe qué es lo que quiere. Supongo que hasta que Charice descubra quién es ella, nos tendremos que conformar con ver videos viejos.