El loco mundo del espectáculo

Otra vez sopa

Estoy un poco contrariada con esta nota. No es que me sorprenda ni mucho menos, quizás estoy un poco defraudada. Cuando una tiene casi 70 años, como es el caso de esta señora, debería estar disfrutando de la vida. Supongo yo que de la manera más sana posible. No puedo imaginarme a mi abuela aspirando una línea de merca.
Pero parece que para la «one and only» Liza Minelli la edad es solo una excusa para seguir zarpándose. El aclamado director de cine Vincent Minelli y la mega estrella Judy Garland crearon un monstruo. Este es un típico caso en el que vemos con claridad qué es lo que pasa cuando unos padres completamente dementes y depresivos crían a una niña precoz. Liza fue una niña prodigio, si hubiese vivido en Argentina hubiese ganado ese programa de Peluffo donde los nenes muestran sus dotes artísticos, generalmente cantando folklore que da miedo. Esa era ella, a los 5 años ya estaba en el escenario con su madre.
Obviamente que ahora reconocemos a Liza con z como esa vieja loca con malas cirugías, pero te juro que en algún momento supo ser carismática y talentosa. Ok, podemos considerar que se la comió el personaje de Sally Bowles que interpreta en «Cabaret» y que hasta el día que se muera no podrá sacárselo de encima. También se la conoce por su pésimo gusto en ropa, malas elecciones amorosas y mucho descontrol. No nos olvidemos que Liza estuvo casada 2 años con un marido, al que golpeaba, abiertamente gay.
Como era de esperarse, la maravillosa Liza actualmente se encuentra internada en un coqueto centro de rehabilitación en Malibu para tratar su adicción a estupefacientes varios. Las adicciones no son algo nuevo en su vida, pero estamos contentos que a pesar de la edad Liza demuestre que sí se puede.

Icardismo

Esto es exactamente el por qué Tom Cruise y Katie Holmes no se hablan más.
Hace mucho tiempo en una galaxia muy muy lejana estaba el señor y cuasi semi dios de la iglesia de Cientología don Tom Cruise, soltero, aburrido y del tomate. Mucho se especula sobre cómo es que estos dos actores se conocieron. Algunos dicen que se encontraron en una fiesta, otros que fueron elegidos genéticamente por miembros de la iglesia. Lo cierto es que Tom nunca estuvo tan chiflado como la temporada que estuvo casado con la eterna Joey Potter («Dawson’s Creek», muchachos). Si bien la pareja está separada hace bastante tiempo y comparten la tenencia de su hija Suri, parece que las cosas no andan muy bien, ya que no tienen relación alguna, por lo menos no directamente. Este nuevo capítulo de la relación entre Tom y Katie Holmes tiene un culpable: Jamie Foxx.
Este actor es considerado uno de los más queridos dentro del ambiente, suele caer bastante simpático y sus dotes actorales lo hacen pasar de películas como «Ray», «Django unchained», «Annie», «The Soloist» a «Collateral» y demás etcéteras.
Justamente en esta última su compañero era Tom Cruise. Parece que los dos pegaron muy buena onda y se hicieron amigos. Pero varios años pasaron desde el 2004 y Jamie Foxx estaría teniendo una relación con Katie Holmes, la ex de su amigo. No es la primera vez que este rumor toma vuelo, pero esta vez hay fotos y datos contundentes. Ellos siguen diciendo que son solo amigos… pero están los dos solteros, son lindos, jóvenes, millonarios y claramente se gustan. Pobre Tom.

Adicciones lucrativas

Y cuando uno creía que ya estaba todo inventado, Scott Disick creó otra manera de hacer guita. Por si no lo ubicás, Scott es el marido de Kourtney Kardashian. Sí, ya sé, me había comprometido a no hablar de las Kardashians por lo menos por una semana, pero te juro que no me sale.
Este muchacho, padre de 3 hijos con Kourtney, vive en la joda. Y ha pasado por rehabilitación varias veces. Usualmente vemos cómo sus problemas de conducta, violencia, alcoholismo y demás excesos quedan filmados en el reality show «Keeping up with the Kardashians» y otros spin offs. Tengo muy claro que los realities no son de verdad y que suelen estar guionados, pero semejantes papelones supongo que serán un poquito verdad.
El asunto es que una vez más Scott la pifió: se fue a hacer una presencia a un bolichín en Atlantic City y se lo vio divagando a las 8 am sin zapatos, mientras rompía todo a su paso en el lobby del hotel. Un ejemplazo.
Luego de esto volvió a auto internarse. El dato curioso es que, en este caso, el centro de rehabilitación queda en Costa Rica y está especializado en casos de adicción a estupefacientes alucinógenos. Pero eso no es lo más curioso. Parece ser que Scott no estaría pagando su alojamiento en el recinto sino que, por el contrario, el centro le paga a él.
Así, Scott se deja fotografiar en las actividades del establecimiento para futura publicidad. Dicen que le estarían pagando un lindo número de 6 dígitos verdes. ¿Quién hubiese dicho que ser junkie era tan lucrativo?