El loco mundo del espectáculo

Como una nutricionista gorda

Posta, no se me ocurre nada peor que una nutricionista gorda, una dermatóloga con piel horrible, un dentista con dientes amarillentos o un psicólogo loco (de esos hay muchos). La situación es sencilla: si tenés una profesión que conlleva a dar consejos a la gente… seguí tu propio consejo.
No debería ser tan complicado, ¿no?
Evidentemente, es mucho más sencillo hablar, criticar y recomendar cómo vivir a otro que a uno mismo, y esto Patti Stanger lo aprendió a la fuerza. Luego de varias relaciones fallidas, Patti conoció a David Krause gracias a un sitio online. Muy a diferencia de sus otros ex, este parecía no estar interesado en sus millones. De hecho, David declaró que hasta bien entrada la tercera cita no tenía ni idea quién es Patti Stanger y que recién se dio cuenta luego de que unos fans le pidieran fotos. Probablemente vos estés en la misma situación y tampoco sepas quién es ella. Se trata de la «Millionaire Matchmaker», conocida casamentera con programa propio que tiene su club de millonarios. Si sos uno de ellos y no podés conseguir una pareja, ella te da consejos sobre cómo relacionarte con el sexo opuesto (o con quien sea de tu preferencia) y luego hace un casting de gente X para intentar encontrar chicas o chicos que coincidan. Esto siempre me llamó la atención… los candidatos en cuestión siempre son de dudosa precedencia y todas las minas tienen pinta de atorrantas, wannabes de Vicky Xipolitakis en busca de billeteras y fama. Después hay un cocktail y el millonario en cuestión elige de varias candidatas una con la que tendrá una cita. Patti es mandona y agresiva, pero suele dar muy buenos consejos tanto a las chicas que se presentan al casting como a los millonarios, sobre cómo relacionarse y lograr una pareja estable. Su típico consejo es: decirle no al sexo hasta que no haya monogamia. Pocos lo cumplen. El problema en cuestión es que Patti y David se acaban de separar cuando ya estaban planeando su boda. Esta es la tercera vez, que sepamos, que a Patti le pasa lo mismo. Yo empezaría a dudar de sus capacidades casamenteras. Pero el programa es buenísimo.

Que la Fuerza te acompañe

Ni pienso meterme en la discusión de cuan buena o mala es la precuela de «Star Wars». No pienso dedicarle ni un segundo ni pienso decir qué es lo que pienso acerca de esto. Siento que hay demasiados fanáticos sensibles a este tema como para confesar que no me gusta, no me parece interesante, no conozco los nombres de los personajes, no tengo ningún disfraz erótico de Princesa Leia y aun así sigo siendo una cinéfila. Oops, lo dije.
Por suerte, la noticia no es sobre mis gustos cinéfilos (ni sexuales) sino sobre la vida, mucho más interesante, de los famosos.
Hace un par de días aquel niñito simpático que supo interpretar a un muy joven Anakin Skywalker en «Star Wars: la amenaza fantasma» fue arrestado por conducción temeraria, resistencia ante la autoridad y por manejar sin licencia. La noticia hizo arder las redes y, obviamente, TMZ terminó por mostrar el video de la persecución policial.
Jake Lloyd, de 26 años, fue arrestado en Carolina del Sur prácticamente por estar de la cabeza. Pero lo que al principio parecía la típica historia de «una exestrella juvenil protagoniza otro ejemplo de lo que pasa cuando uno consume muchas drogas» terminó en un relato bastante trágico, ya que Jake sufre de esquizofrenia. El actor, que lleva más de 10 años fuera de la pantalla, dice haber sido víctima de bullying y desea estar lo más lejos posible del spotlight. Estrellarse contra una valla y un árbol e intentar escaparse de la policía no parece ser el mejor camino.

Siempre se tropieza con la misma piedra

Amo esta historia, sobre todas las cosas, porque detesto a todos los protagonistas.
Hay que hacer un poco de memoria. Había una vez una política que vivía en Alaska, por ser milf y tener cerebro de mosquito comenzó a aparecer en todos los medios. Esta es la historia de Sarah Palin. El resto es medio historia: se anunció como candidata a vicepresidente de los Estados Unidos con el partido republicano, Tina Fey hizo su carrera gracias a ella, Eminem le dedicó una canción, Julianne Moore la interpretó en una película, Julia Louis Dreyfus le dedicó una serie entera y demás etcéteras.
El tema es que esta pacata señora que está en contra del aborto, del matrimonio igualitario y muy a favor del uso cotidiano de armas de fuego tiene una hija llamada Bristol.
En pleno auge de su popularidad Bristol, por entonces adolescente, quedó enamorada de su douchebag novio. La pareja se comprometió y bajo ninguna circunstancia existía la posibilidad de seguir viviendo en pecado y, a la hora del parto, la pareja ya estaba separada y a los gritos.
El problema con Bristol no es que se haya mandado cagadas, todos lo hemos hecho alguna vez. Lo tragicómico es que ella lo sufre el doble por ser tan religiosamente correcta e hipotéticamente casta. El jueves pasado Bristol, de 24 años, anunció que está esperando su segundo hijo. Ella misma dijo que se siente un bochorno y una decepción para su familia y para Dios. No es para menos. La solo conocida por «ser hija de» acaba de terminar una relación y canceló su casamiento por razones hasta ahora desconocidas. Y ahora anuncia que está embarazada por segunda vez sin hacer referencias sobre quién es el padre. ¿Ves por qué me gusta esta historia?
La mosquita muerta golpea otra vez. ¿Será su ex el padre de la criatura y ella se siente culpable solo por haber tenido sexo premarital? Vamos mamucha, que ya tenés un nene de 7, estás en edad de merecer. O quizás la razón por la que la boda fue cancelada es porque ella ya estaba embarazada de otro. Tendremos que esperar para ver cómo sigue esta novela.