El nuevo boom del mealsurfing

A través de las redes sociales se ha generado una nueva tendencia que tiene que ver con la búsqueda de personas que comparten intereses culinarios alrededor de todo el mundo. Está inspirada en el coachsurfing (costumbre de recibir viajeros en casa a cambio de educación, higiene y amabilidad) y se la ha denominado «Mealsurfing».
mealsurfing
Aquí, la finalidad es crear una “win-win situation”, es decir, generar un momento grato en el que todos salen beneficiados. Quien disfruta de cocinar puede hacerlo poniendo todo su conocimiento y entusiasmo, y quien busca nuevos sabores puede encontrarlos en la mesa de este chef amateur. A través de las redes sociales, estos usuarios publican el menú, el precio y el número de comensales para todo aquel interesado en participar.
Actualmente ya existen varios sitios en la web donde buscar una cálida cena en la morada de un cocinero apasionado. kitchenparty.org fue la pionera en este concepto, a fines de 2011, pero la tendencia tomó fuerza a partir del lanzamiento del sitio kitchensurfing.com en Estados Unidos, en mayo de 2012, que funciona en New York, Boston y Berlín. De la misma forma, surgió newgusto.com en Italia, convirtiendo así al mealsurfing en un suceso alrededor de todo el mundo. Luego comenzaron a surgir otras iniciativas similares, entre las que se destacan mealsharing.com, con eventos en China, Noruega o Sudáfrica; homedine.com, en Israel; feastly.com, en New York y eatwith.com, en la «gran manzana» y España.
cookapp
En Argentina contamos con el emprendimiento de Tomás Bermúdez, llamado CookApp. “La experiencia de conocer personas al mismo tiempo que nos reunimos alrededor de algo rico no tiene precio. Mi idea es que todo el mundo pueda disfrutar de una buena comida casera cuando quiera y donde sea que esté”, dice el entrepreneur. Dentro de los que ya son parte de su equipo, podemos mencionar a Cristina Sunae (de Cocina Sunae), Pablo Abramovsky (Paladar Buenos Aires), Diego Félix (Casa Félix) y Ezequiel Gallardo (Treintasillas).
mealsurfing
Realizar este tipo de experiencia a través de estos sitios es ideal, ya que nos asegura no caer en la casa de un completo desconocido. Todo aquel interesado en ofrecer su gastronomía debe realizar varias entrevistas, así como también permitir una visita al lugar donde realizará las comidas. En esta instancia se evalúa el espacio, la higiene, la limpieza, la forma de almacenar los alimentos, el barrio, el aspecto y la ambientación de la casa.
El próximo paso para estos comedores puertas adentro será el de incorporar almuerzos, brunchs, desayunos y tés, para así luego expandir los intereses a otras temáticas como el idioma, la música, la literatura y el cine.