Entrenadores con habilitación

Diego García de García Vilas y Graciela Ocaña, legisladores porteños de Confianza Pública, presentaron un proyecto que busca crear un registro para quienes trabajan en espacios públicos como es el caso de quienes hacen ejercicios físicos en las plazas. De sancionarse, los entrenadores tendrán que presentar título habilitante, acreditar que se encuentran adheridos a un servicio de emergencias médicas y tener conocimientos de primeros auxilios y reanimación cardio respiratoria. El registro quedará bajo la órbita de la Dirección General de Deporte Social y Desarrollo Deportivo dependiente de la Subsecretaría de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires.

Regular la actividad

En el articulado del proyecto se especifica que «el responsable del grupo deberá exigir a cada alumno un certificado de aptitud física que debe contener los resultados de estudios electro cardiográficos expedido por el especialista, actualizado anualmente. Dicho certificado tendrá una validez máxima de 1 (un) año, a partir de la fecha en la que fuera expedido». En el caso de que se «ejerza la actividad sin el debido permiso», el responsable «será sancionado de acuerdo con lo establecido en el artículo 83 del Código Contravencional» que regula la actividad en la vía pública.
El mencionado artículo señala: «Usar indebidamente el espacio público. Quien realiza actividades lucrativas no autorizadas en el espacio público, es sancionado/a con multa de doscientos ($ 200) a seiscientos ($ 600) pesos. Quien organiza actividades lucrativas no autorizadas en el espacio público, en volúmenes y modalidades similares a las del comercio establecido, es sancionado/a con multa de 5.000 a 30.000 pesos. No constituye contravención la venta ambulatoria en la vía pública o en transportes públicos de baratijas o artículos similares, artesanías y, en general, la venta de mera subsistencia que no impliquen una competencia desleal efectiva para con el comercio establecido, ni la actividad de los artistas callejeros en la medida que no exijan contraprestación pecuniaria».

Más que una tendencia

García Vilas y Ocaña fundamentaron que «en el último tiempo ha habido un creciente interés por llevar un estilo de vida activo y saludable para lo cual se complementa una buena alimentación y la práctica de un deporte o actividad física. Hoy hay una marcada tendencia a realizar ejercicio al aire libre, ya sea contratando a un entrenador personal, formando parte de un grupo de entrenamiento o bien por cuenta propia. En concordancia con esta tendencia, el Gobierno fue acondicionando los diferentes parques y plazas de la ciudad, colocando plazas activas con máquinas para ejercitar, delineando circuitos para correr o caminar, ofreciendo clases gratuitas abiertas a la comunidad, etcétera».
«Tener espacios verdes cuidados incentiva la concentración de grupos de entrenamiento, los cuales se instalan en una zona delimitada donde colocan diferentes instrumentos para la práctica deportiva (conos, sogas, pesas, colchonetas, etcétera). En general instalan carteles con el nombre del grupo, pero no brindan mucha más información acerca de la profesión del preparador o persona a cargo. Es importante, siempre que se realice actividad física, que la misma esté supervisada por un profesional para evitar poner en riesgo la salud de la personas, ya que pueden provocarse lesiones musculares, óseas, articulares o bien correr un riesgo cardiaco», se explica en el proyecto de ley. En consecuencia, se busca establecer medidas de seguridad para la práctica de deportes en espacios públicos.
Finalmente, los legisladores remarcan que es importante controlar debidamente el «uso de plazas, parques y espacios verdes, ya que por sobre todo son lugares de uso público, donde además de práctica de deportes son sitios de paseo, ideales para que niños jueguen, para pasear mascotas, hacer un pic-nic, etcétera».

Respaldo de corredores

La Asociación de Entrenadores de Running (AER) se mostró a favor de la iniciativa. Su vocal, José Luis «Pepe» Amoroso, se mostró «totalmente de acuerdo con la regulación de la actividad y en general con casi todos los artículos del proyecto de ley».
Igualmente, Amoroso mostró reparos respecto a lo señalado en el artículo 8 del texto, que se refiere a la prohibición de la «instalación de carteleras», que debería ser revisado, dado que los elementos que se usan muchas veces sirven para identificar a los distintos grupos de corredores, a la vez que son lugares para dejar las pertenencias de quienes entrenan, por ejemplo, en gazebos.
Al respecto, mencionó que «así como apoyamos el proyecto en general, nos gustaría poder aportar nuestra experiencia y conocimiento de la actividad para mejorar algunos aspectos particulares». Además, Amoroso, quien también es miembro del grupo SimpleMente Running Team, indicó que «desde la asociación hemos elaborado el año pasado un proyecto de ley muy similar al propuesto ahora. Teníamos la intención de que sea analizado y promovido por algún legislador o desde la Subsecretaría de Deportes porteña. Hubo algunas reuniones pero no logramos instalar el tema».

También los gimnasios

Otra entidad que expresó su apoyo al proyecto fue el Sindicato de Trabajadores de Gimnasios (SITRAGIM). El secretario general, Germán Borrego, lo calificó como «una gran iniciativa, ya que da mayor seguridad a los usuarios y prohíbe el lucro informal en el espacio público». En su parecer, la norma permitirá «terminar con la competencia desleal contra los gimnasios, que perjudica no solo la rentabilidad sino la estabilidad de los trabajadores, así como la de los comercios establecidos, con todas las exigencias y regulaciones que deben afrontar».
El gremialista señaló que «sería importante que se delimitaran zonas específicas donde esté permitido realizar estas actividades, ya que muchas veces se hacen en lugares inseguros tanto para quienes entrenan como para los vecinos, que también tienen derecho al espacio público».