G20 busca respuestas mientras Francia ataca

Se llevó a cabo en Turquía el encuentro del G20, grupo de una veintena de las naciones potencia junto a Estados emergentes. Entre varios temas tratados en la reunión (que normalmente se vincula al sector económico pero por los recientes ataques en París, Francia, cambió de rumbo), los líderes aunaron esfuerzos por hacerle frente al Estado Islámico (EI) y atacar «los canales de financiación del terrorismo».

«Estamos decididos a hacer frente a esta amenaza mediante la mejora de nuestra cooperación y el desarrollo de medidas pertinentes para prevenir y combatir este fenómeno, incluyendo el intercambio de información operativa, la gestión de fronteras para detectar los viajes, las medidas de prevención y respuesta de la justicia penal correspondiente», reza el comunicado del G20.

Precisamente, el G20 es conformado por los representantes del G8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia) junto a otras 12 naciones en expansión y crecimiento (Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica, Turquía y España como invitado permanente -integra el lugar de la Unión Europea-) anunciaron su compromiso para «trabajar juntos para fortalecer la seguridad aérea mundial» y concluyeron que mediante la cooperación internacional y el intercambio de información de inteligencia aseguran que pueden congelar los fondos que permiten que el EI continúe con sus actividades. Así, pidieron al Grupo de Acción Financiera (GAFI, organismo contra el blanqueo de capitales) que avance en nuevas formas de «fortalecer la lucha contra la financiación del terrorismo», al mismo tiempo que solicitaron «sanciones financieras específicas», ya que según aseguran algunos de los mandatarios presentes, el Estado Islámico obtiene dinero a través de la explotación de los pozos petrolero en Siria.

Al respecto de esto último, el análisis también refiere a la posibilidad de la intervención tanto del G20 o naciones como Estados Unidos para justificar su presencia y posterior utilización de recursos, estimados en dos mil millones de dólares anuales. Basta como ejemplo la recordada guerra en Irak, un país que luego del embate militar norteamericano no mejoró su situación social ni económica.

«La propagación de las organizaciones terroristas y el aumento significativo a escala mundial de los actos de terrorismo socavan directamente el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales y pone en peligro nuestros esfuerzos para fortalecer la economía global y asegurar un crecimiento y desarrollo sostenible», manifestaron desde el G20 una vez concluido el encuentro.

Por su parte, Francia dio respuesta al ataque del Estado Islámico el pasado jueves en la capital francesa (en la que se contabilizaron más de un centenar de víctimas fatales y cientos de heridos -exactamente un saldo de 132 y 350-) con una operación aérea coordinada en conjunto con Estados Unidos.

Así, diez cazabombarderos sobrevolaron y lanzaron este domingo (por la tarde de nuestro país) una veintena de misiles sobre blancos en Al Raqqa, Siria, en «sitios identificados previamente por misiones de reconocimiento ejecutadas por Francia», declararon desde el Ministerio de Defensa del país que lidera Francois Hollande, quien aseguró que lo iniciado por EI «es un acto de guerra, cometido por un ejército terrorista», a lo que afirmó que Francia será «implacable en todos los terrenos, tanto dentro como fuera de las fronteras».

Recordemos que los europeos hace un año operaban en diferentes áreas como Irak y Siria, con aviones caza y casi un millar de personal militar. Además, el último 27 de septiembre el ejército francés incrementó los ejercicios y bombardeos en Siria bajo el argumento de «legítima defensa» contra el Estado Islámico.

Finalmente, también es necesario la mención de la serie de atentados que sufrieron los libaneses en Beirut, donde perdieron la vida 41 personas y hubo más de 200 heridos, en el peor acto terrorista sufrido en Líbano en el último cuarto de siglo. Hecho que, lamentablemente, no despertó la solidaridad global (alcanza con decir que redes sociales como Facebook incluyeron una herramienta para poner la bandera francesa en las fotos de perfil y que en el debate presidencial, al que asistieron los candidatos Mauricio Macri y Daniel Scioli, se rindió homenaje con un minuto de silencio a las víctimas de lo sucedido en París).