Gremialistas limitados

En medio de una avanzada judicial contra diversos dirigentes de gremios e investigaciones por posible comisión de delitos, desde el bloque legislativo del oficialismo se busca poner fin a las reelecciones ilimitadas de los secretarios generales de los sindicatos y los mandatos que se prolongan por décadas en manos de una sola persona.
La iniciativa fue presentada por Soledad Carrizo, diputada nacional por Córdoba de Cambiemos. Si bien el proyecto ya fue presentado en 2014 y en 2016, perdió estado parlamentario por falta de tratamiento y debió ser presentado nuevamente.
La legisladora sostuvo que «la alternancia es parte de la esencia de la democracia y, de esa manera, lejos de debilitar a las asociaciones sindicales, fortalecer a sus representantes» sino que «por el contrario, cuanta mayor representatividad tengan sus dirigentes con las bases, es mejor en la mesa de discusión (con las patronales) porque evidentemente viene respaldado por sus trabajadores». Además, Carrizo señaló que entre 2014 y 2016 se presentaron 11 proyectos para modificar la Ley 23.551 de Asociaciones Sindicales, en vigencia desde 1998, de los cuales cuatro proponen terminar con la reelección indefinida en el sindicalismo.

«Se rehúsan a tratar el tema»

Con las denuncias de corrupción y las detenciones de sindicalistas como Víctor Santa María, Omar «Caballo» Suárez, Juan Pablo «Pata» Medina y Marcelo Balcedo, la idea de limitar las mandatos de los secretarios generales de los sindicatos vuelve a tomar fuerza. Al respecto, Carrizo manifestó que el hecho de que «parte de la Comisión de Trabajo» de la Cámara Baja esté integrada por diputados de extracción gremial «que se rehúsan a tratar el tema» dificulta la aprobación de una norma de estas características.
«Es el debate que se viene. Hay una nueva conformación en el Congreso y en la comisión de Legislación del Trabajo. Anhelamos que esta discusión empiece a darse porque es un pedido de la sociedad», argumentó la diputada. En ese sentido, Soledad Carrizo manifestó que «hay que cortar esta cuestión del cargo por herencia» y promover a una real «democratización» y «transparencia» de las estructuras gremiales.
En los artículos del proyecto para reformar la ley de Asociaciones Sindicales se establece que «los mandatos no podrán exceder de cuatro años, teniendo derecho a ser reelegido por un nuevo período consecutivo de cuatro años. Al finalizar este y para poder ser electo nuevamente, deberá transcurrir un intervalo de un periodo fuera del cargo».

Modificar estatutos

Así, de sancionarse la ley los gremios deberán modificar sus estatutos dentro del plazo de un año de promulgada y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social controlará el cumplimiento de ese requisito y la readecuación estatutaria, aplicando las sanciones correspondientes en caso de incumplimiento.
Por este motivo, en las primeras elecciones sindicales que se hagan con esta ley, para los dirigentes que busquen la reelección se considerará que inician su segundo periodo consecutivo y al culminar este no podrán ser reelectos.
«Esta crisis que está viviendo el sector sindical hace que sea una oportunidad para este tipo de debates. Lo exige la sociedad ante las consecuencias nefastas en la administración del poder», señaló la legisladora cordobesa, y sostuvo que «el proyecto sirve para dotar de democracia real y no simplemente declamativa en aquellas asociaciones donde existen poderes políticos y económicos muy importantes».
Finalmente, Carrizo criticó «la eternización de determinados dirigentes en las cúpulas sindicales que, lejos de defender los derechos de los trabajadores, usan a los sindicatos para cuestiones delictuosas».

«No debilitar a los sindicatos»

Ante la embestida contra los gremios y la intención de limitar mandatos, el exjefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Héctor Recalde, dijo que «se debe respetar la voluntad de los afiliados» para así «garantizar la democracia interna».
«No se construye la democracia sindical debilitando a los sindicatos. Esto de obligar a la renovación continua de los dirigentes no es buena. Salvo que lo decidan los propios trabajadores en asamblea para modificar sus estatutos», sostuvo Recalde. «Más allá de casos patológicos como los del Pata Medina y Balcedo, ¿quiénes somos nosotros para decidir qué es bueno para los trabajadores de un gremio? ¿Alguien hubiera cuestionado a (Raimundo) Ongaro por estar tantos años al frente de la Federación Gráfica Bonaerense? ¿O a Saúl Ubaldini? ¿Alguien cuestiona a Hugo Yasky o Sergio Palazzo?», manifestó el dirigente kirchnerista.
Aunque rechazó la iniciativa, el exlegislador descartó que detrás de esta movida se oculte una intención del oficialismo de presionar a los gremios para aprobar la reforma laboral. «Yo separo la paja del trigo. Cuando era presidente de la comisión de Legislación del Trabajo varios diputados presentaron proyectos de este tipo pero no había decisión política para avanzar porque la mayoría en la comisión éramos defensores del modelo de libertad sindical. La discusión es ideológica», remarcó Recalde, y añadió que la iniciativa está relacionada con el hecho de que al gobierno «le conviene la atomización sindical».