Héroes abandonados

Una persona que debería ser un héroe. Ese es Carlos Tapia, el protagonista de «La noche más fría». La historia relata la vida de un excombatiente de Malvinas que, tras regresar al continente, intenta rehacer su vida… y debido a sus problemas con el alcohol no lo logra. Abandonado a su suerte tras un accidente que le costó la vida a su esposa, es uno más de los que vagan por las calles durmiendo en las plazas y viviendo gracias a la caridad ajena o pequeñas changas que puede hacer.
Tapia tiene casi un solo objetivo en la vida: reencontrarse con su hijo, que tras el accidente fue entregado en adopción ante la imposibilidad de que continuara viviendo con él. «Solo quiero verlo, nada más», dice Tapia. Pero la vida en la calle es dura y el abandono y la indiferencia del resto de la gente no hace más que dificultar su sueño. «No sé que nos pasa como sociedad que naturalizamos que una persona esté a la intemperie, pasando hambre, sufriendo y nosotros pasemos como si nada mientras vamos a nuestro trabajo, hablando por teléfono y no nos preguntemos qué le pasa, quién es», señala el director Cristian Tapia Marchiori.

Solo y desprotegido

La indiferencia y la envidia no es solamente de aquellos que pueden disfrutar de una vida mejor y el confort sino que llega también de algunos que están en la misma situación de calle. Es lo que sucede con tres chicos de la calle, una bandita que ante la posibilidad de que Tapia pase la noche mas fría del año en un refugio, hacen todo lo posible para que no pueda acceder a ese lugar.
Desprotegido, recorre la ciudad hasta alcanzar su lugar en el mundo: la plaza y el banco donde duerme todas las noches, pero con el destino encarnizado la misma banda aparece en el lugar y, tras golpearlo y sacarle la mayoria de su abrigo, lo deja herido a la intemperie, a merced de las inclemencias del tiempo en la noche más fría.
«La película surge con este disparador, qué historia hay detrás de cada persona en situación de calle», explica Tapia Marchiori. Focalizada en un veterano de Malvinas es una situación que se puede aplicar a cualquiera que viva en la calle, y en este caso conjuga el abandono a la persona en alguien que defendió su patria y que, a la vez, afronta la desigual batalla contra la burocracia por ver su hijo. Lo único que motivaba su vida era ver a su hijo.

Después de los fuegos

Antes que continúes tu lectura, te comento que hay spoilers sobre el final de la producción. Tapia amanece casi muerto tras el transcurso de la noche. Llevado al hospital por los que lo conocían de la plaza recibe la última alegría de su vida al llegar su hijo que «también lo estaba buscando». Tras el reencuentro, el corazón de Carlos no resiste más. Su muerte, en un primer momento, pasa desapercibida, salvo para los más cercanos, quienes al regresar al banco en el que vivía Carlos ven que de a poco se van acercado más personas con las que Carlos tenía trato diariamente. Después de la muerte le llega el reconocimiento.
En lo que hace a los veteranos de Malvinas, el director afirma que «fue muy bien recibida porque fueron muy homenajeados y respetados por la investigación que hice. Por ejemplo, el protagonista lleva la bolsita que les daban a los soldados. Esta bolsita tiene la patrona de la infantería de marina, un rosario, un hilo verde, una aguja verde. Esto está en la película y es lo que les daban a ellos y ahí ponían sus pertenencias. El jarro que utiliza es real, es uno que le regaló un veterano de guerra a Juan (Palomino)». Otro detalle a tener en cuenta es la escena donde se ven y se escuchan los fuegos artificiales que se les asemejan a los bombardeos y disparos escuchados por los soldados durante el conflicto. Sin embargo, esto no es lo más interesante, ya que «un veterano de guerra me decía que le hace mucho daño el sonido y otro me decía que hacen mucho mal cuando terminan. Porque el silencio le remite al cese de fuego cuando los ingleses recogían sus muertos y nosotros los nuestros. Después de los fuegos artificiales siente el olor al cadáver humano».

La noche más fría

Argentina, 2016, 90 minutos, Ficción, ATP.
Carlos, un excombatiente de Malvinas, vive en el corazón de una plaza de la gran ciudad desde que, después de la guerra, perdió trágicamente a su familia. Con su salud muy deteriorada hace changas para sobrevivir y busca reencontrarse con su hijo. Hoy se avecina la noche más fría del año y se encuentra solo y desprotegido.
Guión: Cristian Tapia Marchiori. Fotografía: Claudio Perin. Montaje: Santiago Ramón Esteves Bujaldón. Música: Emilio Kauderer. Sonido: Jesica Suárez. Actor: Juan Palomino. Producción: Fernando Sokolowicz.