Hilo dental: clave de salud oral

Establecer buenos hábitos de higiene bucal desde una edad temprana es el mejor escudo protector para tener dientes sanos hasta la adultez. No basta solo con el cepillado, se trata del uso diario del hilo dental.
A pesar de las campañas educativas a nivel nacional de los últimos años sobre la importancia del cuidado de la salud bucal, un informe elaborado por Colgate con datos consolidados del 2017 ubica a la Argentina en el octavo lugar en consumo de crema dental por persona, por detrás del per cápita de nuestros vecinos de Paraguay, y muy lejos de Costa Rica, Brasil y Chile, quienes encabezan la lista con los mejores puntajes.
Aunque la mayoría de los argentinos afirman lavarse los dientes dos veces al día, casi todos fallan en el uso del hilo dental. Las excusas son muy variadas: desde no llego con las manos, hasta no sabía que se debía utilizar.

Por qué es importante el uso del hilo dental

El cepillo posee una estructura capaz de llegar solo a dos caras del diente y la tercera cara, esa que se encuentra íntimamente estrecha entre dientes, queda sin limpiar. Es precisamente ahí en donde se forman caries y ataca la gingivitis, esa dolorosa e incómoda inflamación y posterior sangrado de las encías.
«No hay estudios que abarquen todo el país, pero extrapolando distintos trabajos locales podemos estimar que entre el 60 y el 70% de los argentinos padece de caries, con distinto grado de severidad», revela la odontóloga Eleonora Mijelshon, exjefa de Trabajos Prácticos en la Cátedra de Periodoncia e integrante del equipo de comunicación de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires.
La clave del cuidado oral se encuentra en el uso adecuado y concienzudo del hilo dental una vez al día. Existen productos que reemplazan el uso del hilo como los interdentales, un pequeño instrumento más práctico y sencillo. No hay secretos para poder deslizar esa diminuta herramienta por el estrecho espacio dental, pero su uso favorece la salud de los dientes y evita la aparición de caries y gingivitis. No hay excusas para tener sangre al cepillar los dientes, esta únicamente se debe a la mala higiene oral.