Humor político: ventana para la expresión

El humor es una herramienta que se suele utilizar como escape en situaciones angustiantes  o difíciles. Una prueba y ejemplo de ello fue la revista “Humor” (“Humor Registrado”) durante la última dictadura militar. Apareció por primera vez en 1978, en pleno gobierno del general Jorge Rafael Videla, y dejó de circular en 1999 tras haber sobrevivido a la censura militar y los avatares económicos del gobierno radical y del menemismo.
revista humorTuvo su auge, en cuanto a popularidad y venta de ejemplares, durante el gobierno militar cuando era una válvula de escape al régimen. Llegada la democracia, la declinación en las ventas en un ambiente más distendido, sumado a los problemas financieros y económicos provocaron su desaparición.
“Humor” llegó a vender 330 mil ejemplares. Lo hizo enfrentando a la dictadura militar y redoblando la apuesta, una apuesta a decir desde el humor, lo que por otros canales la censura cortaría de raíz con tapas que caricaturizaban a los generales de turno. Con el tiempo y su caída, aquel fenómeno que fue esta revista se transformó en objeto de colección que ahora podemos adquirir en la ferias de las plazas, si tenemos suerte y la encontramos.
A través de un homenaje a uno de sus mejores dibujantes, Andrés Cascioli, podemos observar el recorrido de la revista mediante las ilustraciones que este realizó para sus tapas. La muestra se exhibe en el Museo del Humor (Avenida de los Italianos 851, Costanera Sur), como parte del programa «Democracia 30+30, una mirada al futuro».
Al mirar sus tapas notamos la resistencia que se hacía por intermedio del humor político a la dictadura militar, con caricaturas de los jerarcas así como de algunos funcionarios, entre los cuales estaban, como blanco predilecto, los diferentes ministros de Economía.
cascioliEn la muestra «Cuarenta años de humor político» se hace un repaso por los dibujos de Cascioli que fueron portadas de diferentes revistas humorísticas, no solo de “Humor” sino también de “Satiricón” y “Chaupinela”.
La exposición se divide cronológicamente: la primera parte está dedicada a los dibujos realizados durante el gobierno militar, desde 1976 hasta 1983. La apertura del período democrático sirve como punto de separación y en la segunda parte aparecen los dibujos de los presidentes y funcionarios de la democracia restaurada.
Nadie queda a salvo del pincel y el lápiz de Cascioli: podemos a ver los generales Videla, Jorge Galtieri y Vila hasta los presidentes Raúl Alfonsín y Carlos Menem. Los dibujos posteriores a 1999 que no aparecieron en “Humor” sino en ediciones de “El Cronista Comercial” y la revista “Rolling Stone” también están, y ahí vemos al expresidente Néstor Kirchner y a la actual presidente Cristina Fernández de Kirchner.
A lo largo de la muestra podemos recorrer la historia argentina de los últimos 40 años. La política económica de la dictadura, sus internas, su desesperado intento de salvarse con la absurda guerra de Malvinas y huida, todo está retratado por Cascioli y las tapas de “Humor”. También la recuperación de la democracia y sus inicios titubeantes y los problemas económicos. La década menemista y sus consecuencias también fueron objeto del humor político y, finalmente, sus resultados generaron el cierre de la revista.
muestraLa exposición nos muestra la historia argentina en 60 tapas: Videla hundiéndose en un mar de pirañas  que simbolizan la apertura de importaciones, Galtieri escribiendo la historia de la guerra de Malvinas cuando se decía que estaba escribiendo sus memorias. El fin del proceso señalado con un barco que se hunde. Tampoco queda afuera el fútbol con los mundiales del 78 y el 82, principalmente.  Los personajes de la democracia tampoco quedan afuera y vemos a Menem y Alfonsín detrás de un paraguas cuando firmaron el Pacto de Olivos, el matrimonio Duhalde y la llegada de la Alianza marcada con De la Rúa y Fernández Meijide.
Las últimas 4 décadas de la historia están señaladas por el humor, algo que nos sirve de catalizador para soportar los problemas de nuestro país y, al menos, sobrellevarlos con una sonrisa.
La vida de Andrés Cascioli
Fue editor, dibujante, diseñador y publicista. Dirigió las revistas “Humor” y “Satiricón”. Nació en Avellaneda en 1936 y, en sus comienzos, se dedicó al diseño publicitario y el dibujo. En 1959 ingresó al departamento de publicidad de Pelikan y, posteriormente, dirigió tres revistas de historietas: “Casco de Acero”, “Tucson” y “Maverick”. En 1972 fundó en compañía de Oskar Blotta, la mítica revista de humor político “Satiricón”. Su primer número estuvo en la calle el 10 de noviembre de 1972, y en plena dictadura lanzó “Humor Registrado”. En 1978 creó Ediciones de la Urraca, sello con el que editó todas sus revistas, entre ellas “El Péndulo”, “El Periodista de Buenos Aires”, “Humi” y “Fierro”.
andres cascioliA fines de 1980 la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos compró cuatro de sus originales. En 1982 recibió por “Humor” el premio a la Mejor Revista Satírica del Mundo, en Italia. Ese mismo año la Asociación de Dibujantes de la Argentina lo nombró Caricaturista del Año.
En 1996 creó para el Grupo de Revistas de La Nación, “La Nación de los Chicos”, y en 1998 armó el proyecto de la edición local de “Rolling Stone” y en 2001 dirigió la revista “El Cacerolazo”, de Editorial Perfil. En 2005 editó la revista “Humor y la dictadura”, un libro con las mejores páginas de esa revista y del período mencionado, y en 2006 “30 años de Humor Político”, un libro con su obra política entre los años 1976-2006. Murió el 24 de julio de 2009.