La batalla de WhatsApp

Whatsapp La compañía finlandesa de equipos móviles sumó a su nuevo dispositivo Asha 210 el botón de una de las aplicaciones más populares y que se instalaron en el mundo virtual en menos tiempo: WhatsApp tiene tan solo dos años en el mercado y es, para muchos, el principal canal de comunicación con familiares y amigos, que incluso llegó a desplazar a los mensajes de texto (SMS).
La principal ventaja que trae este equipo móvil es que convierte, de esta manera, a la aplicación en gratuita para quienes posean el práctico y económico modelo Asha 210. Recordemos que recientemente pasó a tener un costo fijo de 0,99 dólares anuales, excepto para el sistema operativo iOS de Apple. Además, vale destacar que el precio es irrisorio para una aplicación con tanto uso, porque, a decir verdad, el inconveniente es nuestro, y es la falta de cultura por esta región en la suscripción con abonos mínimos para la utilización de aplicaciones y/o plataformas. Como ejemplo de esto antes dicho, bien vale mencionar a Netflix.
Nokia
A través de WhatsApp se realizan más de 18.000 millones de mensajes por día y la compañía se mantiene con el mismo equipo de 50 ingenieros, además de su CEO, Jan Koum, quien aseguró que no necesitan ampliar el grupo de trabajo para los más de 250 millones de usuarios que cuentan con la aplicación.
Con respecto a esta empresa y su alianza con Nokia, se puede concluir que es una estrategia para anticiparse a la batalla contra otras aplicaciones como la japonesa Line (la de crecimiento más rápido en la historia, lanzada en julio de 2011 y con más de 100 millones de usuarios) o la israelí Viber (esta última desarrolló, entre otras cosas, los stickers que reemplazan a los emoticones), que aún no están naturalizadas en el mercado local pero cuentan con amplias ventajas si se las compara. Además, existen otras opciones como Yahoo! Hub o Spotbros, que posibilita chats con desconocidos en base a un tema común.
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A veces, estos casos de feroz competencia entre compañías de servicios resultan en consecuencias positivas para el beneficio del consumidor, y esta lucha por liderar el mercado de aplicaciones no parece ser la excepción. Mientras tanto, los usuarios saben que tienen la última palabra.