La realidad quedó sin magia

Murió Gabriel García Márquez. Así de concreta y sencilla fue la noticia. Así de dura también. En su casa de Ciudad de México, donde vivía desde hace más de 30 años, se apagó a los 87 años la vida de este maravilloso escritor colombiano. Hacía tiempo que su salud se venía deteriorando lenta pero indefectiblemente.
Nacido en Aracataca, departamento de Magdalena, el 6 de marzo de 1927. García Márquez se inició en el periodismo en el diario El Universal tras abandonar los estudios de Derecho que había empezado por mandato familiar. A los 27 años, en 1955, publicó su primera novela “La Hojarasca” y desde allí no paró. Ya durante su época de periodista escribió muchísimos cuentos cortos publicados principalmente en el diario El Espectador.
Fue uno de los mejores exponentes de lo que se llamó “el realismo mágico” y con su novela cumbre “Cien años de soledad” (1967) marcó un antes y un después en su obra y en la literatura latinoamericana. El IV Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado en Cartagena en 2007, lo calificó como una de las obras más importantes de la lengua castellana.
Tras dejar su país natal, en 1955 escribió la novela «Relato de un naufragio», una crónica del acontecimiento del buque Caldas, a ese libro le siguió uno de apenas 100 páginas: “El Coronel no tiene quien le escriba”, otra obra maestra.
La bibliografía de García Márquez abarca cuentos, novelas y recopilaciones, con temáticas tales como el amor, la influencia de la cultura del Caribe y la soledad. Otras obras son “El otoño del patriarca”, “El amor en los tiempos del cólera”, “Ojos de perro azul”, “La mala hora”, “Crónica de una muerte anunciada” y un interminable etcétera; pretender hacer un detalle exhaustivo es una misión imposible y quedarían sin nombrar muchas obras tan igualmente valiosas y ricas como las mencionadas.
García Márquez es uno de los 11 latinos galardonados con el Premio Nobel de Literatura, una distinción que recibió cuando su carrera ya era prolífica, en 1982. Otros de los premios que recibió en su vida fueron la Orden del Águila Azteca en 1982, el premio Rómulo Gallegos en 1972 y la Legión de Honor francesa en 1981.
El cine y la televisión tampoco le fueron ajenos y Gabriel García Márquez participó en muchas oportunidades como guionista, como mecenas y en otras ocasiones permitiendo la adaptación a la pantalla de muchas de sus obras. Entre estas últimas podemos mencionar “La mala hora”, que se emitió por la televisión colombiana en 1977, “Crónica de una muerte anunciada” en 1987, luego “El coronel no tiene quien le escriba” (protagonizada por Fernando Luján y Salma Hayek) y ya en el Siglo XXI “El amor en los tiempos del cólera”, llevada a la pantalla grande en 2006 con las actuaciones de Javier Bardem, Giovanna Mezzogiorno y John Leguizamo, entre otros.
¿Y como olvidarnos de Macondo al evocar el realismo mágico y la fantasía de García Márquez? El delicioso pueblo ficticio descrito en “Cien años de soledad”, que estuvo a punto de ser de verdad cuando se propuso renombrar a Aracataca, localidad natal del escritor, como Macondo con el fin de reactivar la economía de este pueblo, que estaba al borde de la quiebra. Sin embargo, el referéndum realizado en Aracataca mostró un escaso interés por parte de sus habitantes y la medida no fue aprobada.
Dejamos afuera en este recuerdo a las simpatías y posturas políticas de García Márquez. Recordemos su brillante labor como periodista y escritor, su legado para la humanidad. Ahora estará creando un mundo mágico en el cielo.