Las bibliotecas populares y la inclusión

La Auditoría General de la Nación (AGN) destacó los beneficios y la importancia que tiene el Plan Nacional de Inclusión Digital, que posibilita el acceso a la información y al conocimiento para los sectores menos favorecidos.
El organismo analizó el desarrollo del programa durante el año 2013 y evaluó la gestión de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP) que, en ese año, dependía de la Secretaría de Cultura, hoy elevada a rango ministerial. La CONABIP «es la encargada de fomentar y apoyar económicamente a estos espacios» culturales que son la Bibliotecas Populares. Por otra parte, la AGN recomendó acciones a tomar para perfeccionar la promoción de los beneficios disponibles.
La CONABIP impulsa el fomento de estos puntos de lectura. Su función esencial «es asistirlos en la construcción, refacción y mejoras edilicias; lograr una mayor integración entre todos ellos y, además, contribuir con los servicios circulantes (bibliomóviles, bibliobuses, bibliolanchas, changuitos y mochilas viajeras)». Durante el año estudiado «había 1.148 establecimientos que recibieron en total $54 millones pesos en concepto de subsidios».
En lo que hace al Plan Nacional de Inclusión Digital, calificado como positivo por la AGN, tiene la finalidad de «ampliar las oportunidades de acceso a la información y al conocimiento a los sectores más desfavorecidos, ya sea por una cuestión geográfica, económica o social».
Este proyecto está integrado por «un portal CONABIP por el que cada biblioteca tiene un usuario y le permite realizar distintas gestiones en línea; un Sistema de Gestión DigiBePé a través del cual se actualizan los catálogos, socios, estadísticas e informes y subsidios para que cada biblioteca tenga equipos informáticos y acceso a redes wifi». También está disponible «un catálogo gratuito en línea que reúne todas las obras en un registro único y de fácil acceso para los usuarios y nodos de asistencia técnica y capacitación».
Respecto del Sistema DigiBePé, la AGN puntualizó que «permitió lograr un catálogo colectivo en línea con los registros bibliográficos de todas las bibliotecas populares». A ello se suma que «sirve de apoyo en el área de capacitación, ya que a través de él se dictan la mayoría de los cursos a distancia».
El organismo de control mencionó la «correcta» gestión del Programa Libro % que le otorga a estos centros la libre elección de títulos y su compra a la mitad de su valor. Además posibilita que los representantes de las bibliotecas puedan concurrir a la Feria del Libro para comprar material a un 50% menos que su valor comercial. El monto que se financia «es el equivalente al valor de los pasajes, gastos de hotel, movilidad, cuatro cenas, siete comidas y el dinero destinado a la compra de libros». En caso que no viajen, la CONABIP «le da la posibilidad a las bibliotecas de que pidan los títulos que quieran y se les envía a donde estén 100 textos solicitados».
Estos dos modos de adquisición de libros permite que todas las bibliotecas populares de todo el país tengan material y garantiza la libertad de su elección, impidiendo maniobras de las editoriales y haciendo más transparente el proceso. Los funcionarios de la Auditoría señalaron que las compras efectuadas en 2013 «fueron gestionadas correctamente».

Los cuestionamientos

Las críticas por parte de la AGN estuvieron centradas en los aspectos contables y de control. Una de ellas fue que «el Manual de Procedimientos presentaba inconsistencias normativas». Entre las principales, mencionan que «ante la no presentación a término de la rendición de cuentas del subsidio la CONABIP procederá a inhabilitar a la institución para recibir nuevos beneficios». Pero «para que esto ocurra, la Comisión debe fijar plazos para la rendición». Para dar cuenta de los gastos corrientes «tampoco hay plazos establecidos».
La AGN detectó que en algunos casos había rendiciones pendientes por parte de las bibliotecas populares, como uno por $ 35.000 entregado en diciembre de 2012 y otro por $ 3.762 recibido en enero de 2014.
Además indicaron en la Auditoría que en la liquidación de los subsidios entregados en el marco del Programa Libro % encontró «algunos cálculos que no se condicen con el aportado por el organismo de control». Algunas bibliotecas, «pese a estar en la misma provincia recibieron diferentes montos». Como ejemplo  de esta anomalía señalaron la provincia del Chaco donde «todas las (bibliotecas) que estaban en Resistencia deberían haber recibido $ 10.160 según los cálculos brindados por la CONABIP». Pese a esto, «hubo una que recibió $ 598, otra $ 1.947, otra $ 4.601 y solo una que obtuvo el subsidio por el monto correcto». La AGN expresó que «no obtuvo explicaciones por las diferencias». Es más, el organismo indicó que «algunas recibieron el beneficio dos veces, en abril y en octubre, pese a que la Feria se celebra en la primera fecha». La CONABIP informa a las bibliotecas acerca del resultado de las rendiciones de los subsidios otorgados pero «no hay constancias de que sean enviadas o recibidas por ellas».
Como sugerencia para que las bibliotecas conozcan la totalidad de los beneficios a los que pueden acceder, la AGN recomienda que «la herramienta informática debería estar acompañada de otras que aseguren que las bibliotecas están al tanto de todos los subsidios que ofrece la CONABIP». El organismo considera que no hay certeza de que los centros populares «ingresen a la página web para presentar solicitudes de beneficio para proyectos especiales, ya sean obras, refacciones o mejoras».