Las inscripciones desalineadas

La línea “modernizadora” que viene implementando el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en manos de la gestión de Mauricio Macri llegó este año hasta el trámite de inscripción escolar, desde nivel inicial hasta terciario.
Con  una expectativa incierta, los ciudadanos tuvieron que abocarse al amarillo mundo online de la página oficial o al saturado 147 para acceder a la educación pública, la asignación de las vacantes estuvo programada para el 9 de diciembre y, rápidamente, se desató una ola de reclamos y de preguntas que no hallaron respuesta alguna en ese lío de burocracias y formalidades. Este novedoso trámite dejó a los miles de padres de los aspirantes a alumnos en una situación de vulnerabilidad e incertidumbre.
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Ese lunes la ciudad amaneció con un sistema colapsado que se caía constantemente. Entre los problemas que hubo se contabilizan:
Grandes cantidades de inscripciones hechas en tiempo y forma que no figuran en sistema.
La negación de las vacantes para todas las opciones elegidas (en principio se asignaban automáticamente cinco a las que se le podían agregar tres, y luego se dejó de asignar para que que las personas elijan todas las opciones).
inscripciones_webLa no asignación de vacantes en casos que desde el comienzo se planteó que estaba garantizado, como un chico que tenga hermanos en el colegio, que haya cursado ahí el año anterior, cuyo adulto responsable trabajara en la institución o por cercanía al domicilio declarado (en algunos casos se dieron todas las variables juntas y, así y todo, el chico se quedó sin lugar).
La falta de oferta remanente para evitar que pierdan la escolaridad (pública), por ejemplo, en las salas de nivel inicial de un año, para las cuales no hay vacantes en toda la capital federal.
Grados superpoblados y otros que quedaron vacíos.
bullrichCon este enredo los padres se quedaron (además de inconformes) con un número de reclamo y a la espera de un llamado del Ministerio de Educación para ver si pueden resolver su caso (sin un plazo para generar el contacto, lo que aumenta la ansiedad) o en lista de espera hasta el 20 de febrero para ver si los chicos entran o no, sin tener la certeza de que se le asigne alguna vacante. Cabe destacar que el ciclo lectivo empieza el 26 de febrero.
Pese a la contundente realidad, en una comunicación con el periodista Víctor Hugo Morales en Radio Continental, el ministro de educación Esteban Bullrich declaró que “problema de vacantes no hay y no va a haber” y argumentó, además, que “la ciudad tiene la capacidad de recibir a todos los alumnos, a alguno no le tocará la escuela que eligió al lado de la casa, puede ser que le toque la siguiente más cercana, pero hay vacantes”.
quejasMuchos de los afectados recurrieron a la Defensoría del Pueblo, donde Gustavo Lesbegueris, responsable del área educativa, aseguró que “el nuevo sistema en línea no garantiza lo establecido en el Reglamento Escolar vigente en cuanto al orden de prioridades para el otorgamiento de vacantes”.
Mientras la obligación de una gestión es garantizar el acceso a lo público, con esta apuesta al mundo impersonal y burocrático donde «el sistema» se vuelve casi omnisciente, incorpóreo y al que se le dibujan las culpas, se está logrando todo lo contrario. Hay miles de dudas y cuestionamientos pero pocas respuestas. Al final, ese «sistema» no tiene la culpa, sino la falta de organización, el mal manejo de la información (muchas veces nulo) y la falta de transparencia.