El loco mundo del espectáculo

Tragedias

Dos muertes han golpeado a Hollywood esta semana. Quizás los fallecidos no formaban parte de la créme de la créme, pero de toda maneras eran muy queridos.
El primer finado es Ron Lester. Hace muchos años que no se sabía nada de él. Este es uno de esos casos en el que un actor cambia tanto tanto que se hace irreconocible de un día para el otro. Ron apareció en «Varsity Blues» y en la serie «Popular». También tuvo su lugar en «Not an other teen movie», siempre actuaba de bonachón, chico de una fraternidad pero, por sobre todo, hacía de «gordo» por la simple razón de que Ron era un mastodonte. Siempre tuvo problemas de salud y con mucho esfuerzo llegó a bajar muchísimos kilos hasta convertirse en un ciudadano «normal». Y eso lo hizo desaparecer de Hollywood. Una de las secuelas de su obesidad fue un problema serio con sus riñones y luego de varias semanas en el hospital, Ron Lester falleció a los 45 años.
El segundo caso de la semana es más trágico aún, se trata de un actor joven que tenía pasta de estrella o de, al menos, haber protagonizado todas las películas indie del mundo. Anton Yelchin murió de una manera extraña cuando su auto chocó contra un buzón de correo. Mucho se habló sobre si estaba en estado de ebriedad o si su camioneta tenía algún desperfecto. Lo único que sabemos es que al actor de «Star Treck», «Taken», «Terminator: Salvation», «Alpha Dog», «Huff» y «Like Crazy» será extrañado.

Más rápido que un bombero

Haters gonna hate. Eso dalo por hecho, querida Taylor Swift. Pero si te odian hacete cargo, es tu culpa por salir con bombones.
No tuvimos tiempo de hacer el duelo de la ruptura con Calvin Harris, ¿para qué? Si lo cambiamos por un modelo mucho mejor.
Luego de idas y vueltas, fotos donde la vida parecía maravillosa, rumores de bebés y casamiento, y hasta una mini convivencia, Calvin Harris y Taylor Swift se separaron. Y está bien. Mi teoría personal es que en realidad estos dos no estaban juntos hace más tiempo del que dicen, que cuando Calvin tuvo un accidente con su auto ellos ya no estaban juntos, entonces ahora que él sale todo sonriente y ella besuqueando a uno nuevo, realmente es porque no están más juntos. Mi teoría se confirma de la siguiente manera: todos sabemos que a Taylor le encanta escribir canciones de despechada y, en este caso (o por ahora), no lo hizo, y esto es exactamente porque la pareja estaba separada desde antes de lo que suponemos. La realidad es que ahora ella está ocupada, ya que se la vio chapando desaforadamente con Tom Hiddleston. Sí, Loki. Una pareja bastante… ecléctica. A Taylor siempre le gustaron los ingleses.

Nos zarpamos un poquito

A todos nos puede pasar, y eso no quiere decir que seamos drogadictos o alcohólicos, ¿no? Levante la mano quien nunca se pasó de bebida o fumó demasiados porros… ¿o mezclo cosas que no tenía que mezclar?
Bien, entonces intentemos no juzgar a Selma Blair que está pasando por un momento bastante choto.
La diferencia entre ella y yo es que en mi caso intento no hacer papelones en los aviones y que sus noticias salen en el diario y las mías no. Nada más.
Parece que la morocha actriz estaba volando desde Cancún de regreso a Los Ángeles junto con su expareja y su hijo (ya de por sí unas vacaciones extrañas), cuando parece que mezcló algo que le cayó bastante mal. Me la imagino tomándose un Alplax para dormir en el avión y justo una azafata aparece con esas botellas chiquitas, y son tan lindas y tan simpáticas que uno no puede resistirse. Y sí, quizás la mezcla no es lo mejor, y Selma Blair terminó haciendo papelones, posta.
Yo intento defenderla pero hay cosas sospechosas… el viaje de Cancún a Los Ángeles es solo de 5 horas, ¿qué clase de pastilla estaba necesitando? Y lo del alcohol ahí es entendible, ¿quién se aguantaría 5 horas más a un ex?
Lo genial de este asunto es que Selma, muy puesta, se puso a gritar en el avión cosas como: «él me quemó mis partes privadas, no me deja comer o tomar nada» y «él me golpea, me quiere matar».
Gracias a dios una azafata se hizo cargo de la situación para calmarla y cuando llegaron a Los Ángeles un grupo de médicos la trasladó al hospital más cercano. Después Selma salió a pedir disculpas y listo.