Maratón para los ojos

¿Una maratón en la que no se corre? Sí, puede sonar extraño, pero es así. La Fundación Leer organiza la 16° Maratón de la Lectura 2018. La misma tendrá lugar el viernes 28 de septiembre en diversos puntos del país y, en la misma, niños, jóvenes y adultos podrán disfrutar de una jornada de lectura y actividades recreativas. La expectativa de los organizadores es superar la convocatoria del 2017, que llegó a más de 5 millones de personas que en 16.398 instituciones de 3.056 ciudades y pueblos de Argentina desarrollaron esta placentera actividad que es la lectura.
Desde la Fundación Leer se apunta a que es imprescindible que la gente adquiera el hábito de leer, actividad clave para la educación y para estimular el pensamiento crítico y desarrollar la comprensión lectora. Esto es particularmente importante en un país en el que 3 de cada 4 jóvenes de 17 años no entienden lo que leen.

Responsabilidad de todos

Patricia Mejalelaty, directora de la Fundación, señala que «promover la lectura en los niños es una tarea maravillosa e indelegable. Tradicionalmente, la promoción de la lectura era concebida como responsabilidad exclusiva de la escuela. Hoy sabemos que es compartida por la familia y todos los adultos que rodeamos la vida de los niños».
En la maratón de lectura pueden participar todas las instituciones de la Argentina (escuelas, bibliotecas, centros comunitarios, hospitales) y organizar actividades de lectura con los chicos. La inscripción es abierta y gratuita en este link. Las familias pueden sumarse a esta actividad y compartir momentos de lectura con los chicos.
Una vez que las instituciones se inscriben pueden descargar una guía de actividades y, además, las familias pueden acceder a una plataforma digital con libros infantiles de primera calidad organizados por edades. Los chicos y chicas podrán leer, completar trivias y ganar medallas por cada libro leído. Además, accederán a más 60 textos clásicos con ilustraciones de talentosos artistas argentinos.
En esta edición 2018 se suma la tecnología digital, ya que los celulares, tablets y computadoras convivirán con los libros de papel y serán un aliado fundamental para impulsar a que los chicos se sumerjan en el mundo de la lectura.

«Educar lectores»

Natalia Abran, responsable de comunicación de la Fundación Leer, explicó que la idea «surge a partir de un programa educativo que se realizó en los primeros años de vida de la Fundación. La intención de la maratón es también llevar la lectura a la agenda pública, entusiasmar a los chicos con la lectura y lograr que los adultos comprendan que tienen un espacio en la vida de los chicos de la mano de la lectura y que su ayuda es crucial para educar a chicos lectores».
En el marco de la maratón, «en mismo día, desde distintos puntos del país, instituciones educativas -formales y no formales- organizan actividades en torno a la lectura con los chicos y jóvenes, sus familias y la comunidad para demostrar la importancia de la lectura en la educación», remarcó Abran.
Respecto del material de lectura, el mismo «es seleccionado por nuestro equipo educativo junto a los responsables de las instituciones con las que trabajamos. Todos los programas educativos atienden a las necesidades de cada una de las instituciones educativas y de los niños que allí asisten», precisó la comunicadora de la Fundación Leer.
Además de las lecturas tradicionales, en la Maratón se incorporan las nuevas tecnologías. Es el caso del desafío Leer 20-20. El mismo está destinado a «niños entre 0 y 12 años que busca incentivar a que los niños lean 20 libros infantiles en un año a través de una plataforma digital -desafio.leer.org- y, de esta manera, acercarse a la lectura de una forma divertida con ayuda de los adultos. Por cada libro leído los niños deberán responder una trivia y ganarán medallas», señaló Natalia Abran.
Finalmente, se refirió al rol de la familia en la incentivación a la lectura de los más chicos. En ese sentido, indicó que «tiene un rol insoslayable. La lectura debe estar presente en cada una de las situaciones que vivimos: el diario durante el desayuno, el libro en el colectivo, la lectura de textos en línea, la conversación mientras los llevamos a la escuela, paseos que incluyan librerías y bibliotecas y, desde ya, la exposición a los niños de las más variadas manifestaciones artísticas».