Con una nueva ofensiva de Israel sobre las costas mediterráneas, el número de víctimas fatales en el territorio llega a 523 personas (508 palestinos y 15 israelíes) y, hasta el momento, estima el número de heridos en más de 3.000.
Pese a los llamamientos al cese de fuego por parte de diversos referentes, tales como sucedió con la sesión de urgencia y el posterior comunicado del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, los ataques continúan. Al respecto, el ministro de Salud de Irán, Hasan Qazizadeh, ofreció el servicio hospitalario local para atender víctimas de los bombardeos israelíes, ya que el sistema en Gaza se encuentra colapsado. Asimismo, Qazizadeh lamentó la violación de derechos humanos en la zona y reclamó acción por parte de los organismos internacionales para interceder y, además de que se detengan las muertes de civiles, permitan el ingreso asistencial para la correspondiente atención de los heridos.
Por su parte, la organización Médicos sin Fronteras (MSF) volvió a pedir públicamente al Estado de Israel que pare con su ofensiva denominada «Filo Protector», ya que según estos (quienes llevan más de diez años de atención en la región) la mayoría de las víctimas son civiles y, por si esto no fuera suficiente, el personal de MSF se encuentra trabajando en la Franja de Gaza y también se encuentra «bajo el fuego», tal como expresaron en su comunicado. Precisamente, Nicolás Palarus (coordinador médico de MSF en Gaza), detalló que «los bombardeos y los ataques aéreos no son solo intensos sino también impredecibles. Esto hace que nuestros equipos y los trabajadores médicos no puedan moverse libremente para proporcionar la asistencia médica de urgencia que en estos momentos es imprescindible».
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