Nueva deuda para pagar deuda

Luego del anuncio de la obtención de financiamiento para afrontar el pago a los holdouts, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, comunicó públicamente que se consiguieron 16.500 millones de dólares de empréstito a una tasa de 7,2% promedio.

De esta forma, el Gobierno argentino se compromete con una deuda alta a un interés bajo. «Salir del default es una alegría que está justificada por la manera en que conseguimos hacerlo. Por el apoyo notable del Congreso de la Nación. No hubiera sido lo mismo ir al mercado sin los votos contundentes de Diputados y Senadores. Hay un mandato del pueblo argentino que queremos ser parte del mundo. En estos días está zarpando la Fragata Libertad sin temor a embargos, qué linda imagen. Vinimos a ordenar lo que estaba desordenado», expresó el funcionario, responsable en las gestiones de la deuda más alta que haya tomado un país emergente (aunque suene sorprendente lo aseguró y celebró el propio secretario de Finanzas, Luis Caputo) en «la colocación más grande de bonos de la historia de la Argentina, con la tasa más baja de la historia y con las comisiones más bajas de la historia», según el Ministro.

En relación con este empréstito, Prat Gay aseguró que «sin acceso al crédito hubiéramos tenido que hacer un ajuste fiscal. El acceso al crédito nos permite tener una estrategia gradualista para salir del déficit fiscal. Este era un paso crítico que teníamos que dar para tener una salida ordenada. Sepan que podríamos haber tomado mucho más de lo que decidimos tomar. Tomamos solo 16.500. Podríamos haber tomado el doble», justificó el ministro responsable del área económica del Gobierno Nacional. Asimismo, detalló que el límite de deuda se estableció en esa cifra porque «creemos que esa tasa de interés va a seguir bajando. Y lo segundo es que no queríamos ahogar el acceso al crédito de otros sectores como los gobiernos provinciales y el sector privado. Queremos el crédito para financiar los proyectos de infraestructura».

Al respecto de las críticas previas al acceso a las divisas para hacer frente a los fondos buitre, Prat Gay manifestó que «nos decían que no íbamos a poder y estamos logrando tres cosas a la vez: cerramos 220 acuerdos con holdouts de distinto tamaño. Esa mancha del default de 2001 el viernes se cierra de manera definitiva. Se pagarán 9.300 millones de dólares, que son los acuerdos cerrados hasta ahora. Esos acuerdos implican una quita del 40% de la deuda acumulada», «también vamos a salir del default del 2014. Acá había dos default, el de la salida de la convertibilidad y el del kirchnerismo que no podía pagar a los bonistas» y «nos permite el programa de financiamiento de este año. Apuntamos a que esta sea la última emisión de deuda del 2016 en el mercado de Estados Unidos».

Cómo se consiguió el dinero

El proceso por el cual el Estado obtuvo los 16.500 millones de dólares para el pago de deudas fue consecuencia de la colocación de cuatro tipos de bonos en Londres por un monto total de 69 millones de dólares en el mercado internacional, que se adquirieron de la siguiente manera: 2.750 millones en bonos a 3 años, 4.500 con un plazo de cobro de 5 años, 6.500 en el doble de tiempo que el anterior y los restantes 2.750 millones de dólares en bonos a 30 años. Sí, la deuda que se tomó tendrá un plazo de tres décadas a una tasa de interés promedio anual del 7,2%.

Otro detalle para mencionar es que el monto obtenido no pasará por las arcas del Tesoro del Estado, ya que servirá exclusivamente para el pago a los tenedores de los bonos que no entraron en el canje anterior.