Nuevos paradigmas sobre maternidad

En el marco del mes de la madre, nos permitimos dar a conocer y reflexionar sobre diferentes puntos de vista en torno a la maternidad.

Sin dudas, los tiempos han cambiado notablemente en los últimos años, modificando costumbres y generando diferentes perspectivas sobre la vida. Aun así, es probable que ciertos sueños, expectativas y miedos de generaciones pasadas, en la actualidad sigan formando parte de nuestro imaginario. No obstante, la sociedad de la información nos permite encontrar un abanico enorme de posibilidades y nuevas alternativas para paliar nuestras necesidades.

Parto humanizado

El 1° de octubre se promulgó la Ley 25.929 de Parto Humanizado, que regula el respeto de los derechos de la mujer en el momento de la llegada de su hijo al mundo. Esto implica que la madre puede decidir quién la acompañará en los controles prenatales, el trabajo de parto, el parto y el posparto, así como también se señala el derecho a elegir el lugar y la forma en la que va a transitar su trabajo de parto (deambulación, posición, analgesia, acompañamiento) y la vía de nacimiento.

La norma también refuerza el derecho al vínculo corporal entre la madre y el recién nacido, en consonancia con las recomendaciones que hablan de la importancia de «la hora sagrada». «El equipo médico interviniente deberá fomentar el contacto inmediato y sostenido del binomio madre-hijo/a, evitando aquellas prácticas invasivas que fueran innecesarias y pudieran afectar al/la recién nacido/a. En caso de requerirse alguna práctica impostergable, corresponderá minimizarse el dolor y respetar los períodos de sueño del/la niño/a».

Hora sagrada

Quiere decir que la primera hora de vida es sagrada para el bebé y la mamá. Distintos estudios indican que el bebé recién nacido debe ser colocado sobre el torso de la madre, ya que el contacto piel con piel ayuda a estabilizar su respiración y oxigenación, mantiene sus niveles de glucemia, estabiliza su presión arterial, reduce las hormonas del estrés, disminuye el llanto, promueve el inicio precoz de la lactancia materna y evita la hipotermia.

Según los especialistas, si el parto no tuvo complicaciones no es necesario bañar al bebé, medirlo, pesarlo, tomarle la temperatura ni vacunarlo durante esos primeros minutos. También es importante postergar el corte del cordón umbilical hasta que deje de latir.

¿Qué es la puericultura?

La puericultora trabaja en todo lo que se refiere a lactancia y crianza, por lo que debe tener en cuenta las necesidades del recién nacido y el medio que lo rodea aún desde antes del nacimiento. Su rol consiste en contener, escuchar, observar y brindar ayuda externa sin interferir en el vínculo madre-hijo.

Uno de los aspectos más importantes para la puericultura es la lactancia. Como la lactancia natural es la continuación del embarazo y del parto, es considerada la alternativa más saludable para las mamás y los bebés.

Hablamos con Violeta Vázquez, directora de la Escuela de Formación Profesional en Puericultura y Familia PanzayCrianza y autora de los libros «Dar La Teta» y «Basta de repetir la historia familiar», para que nos cuente su experiencia como profesional y madre.

¿Cuáles crees que son las necesidades de las madres de hoy?

Las necesidades de las madres de hoy creo que no se diferencian mucho de las necesidades de las madres de cualquier época, porque lo básico de la maternidad todavía está invisibilizado. No se le permite a la mujer vivir la maternidad en todo su abanico de sentimientos y emociones porque pareciera que simplemente hay que festejar, celebrarlo, agradecer que una tiene un hijo sano, por ejemplo. Pero toda la otra parte de la maternidad, la parte más sombría que tiene que ver con los sentimientos de pérdida, de pérdida de libertad, de angustia, de extrema responsabilidad, de miedo, de inseguridad, de sensación de «por qué me metí en este quilombo». Todo eso las mujeres en sí no se lo permiten, la sociedad no se lo permite. Entonces se transforman en emociones reprimidas.

Por eso, creo que lo que necesitan las madres es poder decir lo que les pasa y juntarse con otras mujeres a las que les pasa lo mismo, porque ya que esto no se cuenta, no se dice, recién cuando nos juntamos con otras madres que sienten lo mismo que una y lo podemos expresar, hay algo que se alivia, que se tranquiliza, que se vive con mayor plenitud. Además de que la demanda del niño siempre es mucho mayor de lo que imaginamos. A veces atiendo mujeres que son jefas de empresas, que tienen un montón de gente a cargo, que tienen trabajos realmente de mucha demanda y ni se imaginan que un bebé supera todo eso y te hace sentir inútil, te hace sentir que uno no da más, que no llega a cumplir con esa demanda. Entonces las mujeres necesitamos mucho apoyo en el momento de ser madres. No que, por ejemplo, nuestro marido llegue a casa y nos diga «de qué te quejas, si estuviste todo el día acá y yo me tuve que ir a trabajar», porque el trabajo de adentro de casa muchas veces es mucho más cansador y más angustiante, más sombrío que todo lo que hicimos antes en la vida.

¿Por qué es importante la puericultura? ¿Por qué la recomendarías?

La puericultura, como profesional de la lactancia y de la crianza, nace un poco por la necesidad de las propias mujeres que no encuentran conocimientos adecuados ni apoyo ni en el obstetra, ni en el pediatra, ni en la partera y, a su vez, vivimos en ciudades y en departamentos cada vez más chicos, alejados de su familia de origen. Y la abuela, nuestras madres, nuestras suegras, tampoco están disponibles para el cuidado de los niños porque cada uno tiene su camino y su profesión. Y surge como una necesidad de que alguien nos asesore en lo que significa criar a nuestros hijos y amamantarlos, que lamentablemente ese conocimiento no está en manos del pediatra en este momento, salvo que sea un pediatra que se asesore y se forme por fuera de la carrera.

Las diferentes universidades que hay en el país tienen módulos de lactancia muy pequeños y de crianza nada, o sea que lo que repite el pediatra de crianza es lo que le escuchó a alguien, en su propia familia o en la profesión, pero no hay fundamento científico ni a que el niño duerma en una cuna separado de sus padres ni que haya que destetarlo a los seis meses, ni al año, ni a los dos años. Y bueno, la puericultora brinda esa información, información confiable, científica porque es parte de su formación profesional y, al mismo tiempo, brinda un acompañamiento que tiene que ver con otros tiempos, con los tiempos de la maternidad, las consultas de puericultura duran dos horas, dos horas y media y se conoce todo el ámbito familiar de la mujer, lo que necesita ella, su pareja, lo que está pasando a nivel entorno, ambiente, familia, trabajo. No se ve solamente a la mamá, al bebé o a la teta, sino que se combina y se hace un tratamiento holístico. Entonces, eso es lo que me parece que es lo que se aporta y lo digo tanto como profesional y como madre.

¿Qué opinás de la ley como la de parto humanizado?

La ley de parto respetado está como mal catalogada incluso por nosotros mismos como «parto respetado», porque en realidad es la ley de los derechos de nacimiento y los derechos de la madre y el niño en el momento del nacimiento. No es que los que no querían parto respetado lo van a tener que tener sí o sí, lo que se cumple ahora es una ley que se sancionó en el 2004, hace muchísimos años, pero recién se ha reglamentado para que se implemente fácticamente y tiene que ver con preservar los derechos de todas las mujeres, quieran el parto que quieran, tengan el parto que tengan y, sobre todo, de todos los niños por nacer, que es un derecho que se vulnera muy fácilmente, incluso en algunos partos respetados.

¿Considerás que aún falta garantizar algún derecho vinculado con la maternidad?

Como sueño y ganas, obviamente hay mucho por hacer. Queremos que haya una Ley Nacional de Lactancia. Nos gustaría que dejemos de luchar por el parto en casa. Hasta el año pasado hubo mucha resistencia a que las parteras pudieran seguir atendiendo partos en casa, cuando en realidad el modelo de parto en casa es un modelo internacional, completamente seguro. Es un modelo que se copia paso a paso, con una reglamentación. No cualquiera puede tener un parto en casa, pero para quien lo puede tener es incluso más seguro que en la clínica y esto es una observación de la OMS, por ejemplo. Entonces, seguimos atados a paradigmas antiguos, incluso lo que a mí me llama la atención es que los nuevos paradigmas que traen estas posibilidades: que la mujer pueda elegir, atenderse en casa, atender un parto en casa o atenderse en la institución pero con otras reglas, con reglas que respeten su verdadera salud, que implica no hacerle una episotomía porque sí, no vacunar al bebé instantáneamente apenas nace, no separarlo de su madre, cosas bastante lógicas y de sentido común, están absolutamente avaladas por el material científico. Aún así hay profesionales que argumentan que no hay que hacerlo o no lo hacen sin tener un material científico actualizado que los avale.

Como puericultora y madre, ¿qué consejos darías a las mujeres en su rol de madres?

La palabra «consejo» mucho no me gusta porque te pone en el lugar de la que sabe y la que tiene que darle el conocimiento a otro o decirle al otro lo que tiene que hacer. Y me parece que lo que tenemos que hacer los profesionales es empoderar a las mujeres para que ellas sean las que se escuchen a sí mismas y encuentren la verdad de sus necesidades, para que ellas puedan decidir qué quieren y cómo quieren. Pero sí me parece importante recalcar que me parece que una no puede decidir sin información, entonces es importante acercarles a las mujeres información para que la mujer elija por sus propios medios qué es lo que quiere según sus propias necesidades. Y la información a veces está, por ejemplo, está en internet pero a veces es muy confusa. Por eso, antes de parir está bueno consultar con una puericultora, por ejemplo, para saber qué es lo que puede pasar después del parto en cuanto a las primeras prendidas del bebé y a los cuidados del recién nacido.

Lo mismo con una doula, no está demás hacer una consulta durante el embarazo para conocer las diferentes opciones que hay para parir y qué es lo que puede llegar a sentir una mujer en el momento del embarazo, del parto y el puerperio. La última sugerencia sería no quedarse con lo primero que uno encuentra. Siempre digo que por ahí podemos llegar a consultar cuatro, cinco o seis tiendas de electrodomésticos si queremos comprar un plasma, y no somos capaces de hacer una recorrida para buscar a nuestro obstetra o a nuestro pediatra y tiene que ver con esto, con sentirse lo más a gusto posible.