Aún no comenzó la Conferencia de París (COP 21), que se llevará a cabo del 30 de noviembre al 11 de diciembre donde se buscará un acuerdo urgente contra el cambio climático, y las organizaciones ya advierten que las propuestas que se van a presentar están lejos de ser suficientes.
Del 8 al 10 de noviembre se realizó un ensayo con ministros de Medio Ambiente o Energía de más de 60 países con el fin de buscar propuestas más efectivas para llevar a París. Una de las decisiones fue que los Estados comprometidos «presenten un balance cada cinco años del cumplimiento de los compromisos nacionales sobre reducción de gases con efecto invernadero», aseguró el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius. Con estos informes se podría controlar que los países cumplan con el límite de no superar los dos grados centígrados de aumento para lograr frenar el calentamiento global.
El borrador, acordado en octubre pasado por 195 países, será puesto en discusión el próximo mes en París con la responsabilidad de buscar el consenso entre todas las partes, los debates se retomarán en el punto en el que quedaron y, aunque los ministros no podrán cambiar el contenido del borrador, sí podrán optimizar las estrategias para lograr un mejor acuerdo.
Ante este panorama, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que con la propuesta elaborada en octubre no alcanzará para lograr poner un freno real a las emisiones de gases contaminantes.
De esta manera, París será testigo de uno de los acuerdos más importantes en la lucha contra el cambio climático. Las eternas discusiones entre Estados económicamente poderosos que se convierten en los mayores emisores de gases contaminantes y los países menos desarrollados es uno de los principales frenos a la hora de determinar quiénes son los principales financistas para lograr que los proyectos puedan realizarse y evitar el fracaso de la cumbre.
Inundaciones, sequías, fenómenos extremos catastróficos e incremento del nivel de los océanos son algunas de las consecuencias que irán en aumento si las medidas que se tomen no son de carácter necesario y urgente.
