El poder de la empanada

A partir del spot de Presidencia de la Nación se ven algunas contradicciones comunicacionales del gobierno.
En un acto casi de imitación de la retórica kirchnerista, desde Presidencia de la Nación se difundió un spot de características de campaña y no de información útil para la comunidad. Es importante aclarar que el mismo se ubicaría en lo que se denomina Publicidad Oficial y esta tiene como fin informar a la sociedad. A partir de la idea de «Todo es posible juntos» pareciera ser que se busca hablar de una unidad nacional que, si miramos para atrás en la historia argentina, nunca se logró, y la comparan con que para hacer una empanada es necesario el trabajo en equipo de todos los niveles de producción.
El uso de la emotividad no es algo nuevo en la publicidad argentina (tanto privada como oficial). Hay una enorme cantidad de ejemplos de esto. Uno es el de la campaña presidencial de 2009 de Cristina Fernández de Kirchner por el Frente para la Victoria con la idea de «La fuerza de…» y agregándole personas, temáticas o políticas con un enfoque que tuviera carácter emotivo y hasta sentimental en los receptores. Por otro lado, también están casi todas las publicidades de la cervecería Quilmes en épocas de mundiales de fútbol donde apela al mismo recurso pero asociándolo a la pasión argentina, o la de Coca Cola en 2014, entre un montón de otros ejemplos.
Lo llamativo en este caso es que la emotividad aparece en un contexto sin elecciones cercanas, con un slogan vacío como suele ser toda la comunicación del PRO, y cuando desde el Poder Ejecutivo se contradicen continuamente al manejar un discurso de unidad nacional para que después Mauricio Macri hable del «trabajo público inútil» en el Día del Trabajador. ¿Es posible que todos quieran trabajar juntos cuando hay funcionarios como Gabriela Michetti o políticos afines al gobierno como Javier González Fraga que dicen que al empleado medio «le hicieron creer que podían viajar al exterior»? Parece complicado cerrar «la grieta» al declarar así, pero si hay algo en lo que se maneja bien el duranbarbismo es en el marketing político, así que es cuestión de esperar y ver qué consiguen con estos dichos. Por otro lado, en el marco del concepto «Todo es posible juntos» la coherencia se vuelve difusa al vetar una ley debatida y votada por el Congreso como lo fue la que se refería a los despidos.
Saber si se puede hacer una empanada todos juntos cuando las patronales amenazan con despidos si no aceptan paritarias abajo de una inflación que sube día a día es algo interesante para debatir. Se puede interpretar, desde una mirada marxista, que desde el spot presidencial se busca fomentar que las clases trabajadoras agachen la cabeza para ser aún más explotados por sus jefes con el fin de que no dejen de obtener ganancias. También se puede interpretar, desde una mirada económica empresarial, que la única manera de movilizar al país es mediante la producción y el compromiso de todos sus niveles, pero se vuelve casi una utopía conseguir esa unidad cuando el poder adquisitivo de los trabajadores cayó considerablemente, las tarifas subieron y no parece que vayan a dejar de subir y, al mismo tiempo, se le pagó a los fondos buitre todo lo que pidieron (y más) y se les sacó las retenciones al campo y a las mineras. No deja de ser llamativo que desde el Estado hayan despedido a tantos empleados públicos y en simultáneo se decida firmar un convenio con McDonald’s para que contraten gente por un salario menor al mínimo.
¿Es realmente todo posible juntos cuando quien controla los precios de los supermercados es familiar del dueño de uno? ¿Acaso todo es posible juntos con un Ministro de Energía que tiene 13 millones de pesos en acciones en Shell? Son las preguntas lógicas que surgen a partir de un spot que busca el golpe emotivo olvidando (o queriendo olvidar) que es muy complicado que todo el conjunto de una sociedad quiera trabajar en conjunto cuando el sistema capitalista bajo el que nos manejamos se basa en la explotación de personas por personas para agrandar su cuenta bancaria, más que nada si las sociedades tienen tanta desigualdad que hace que haya siempre conflictos de intereses. Y, con respecto a esto, es interesante comparar el spot de la empanada, que pretende dar una idea de trabajo colectivo con este del Nobel de Economía, Milton Friedman, donde curiosamente no habla de la unidad sino, como todo defensor de la libertad económica, del poder del mercado.
Ese mismo mercado que espera de la teoría del goteo algo que nunca sucedió, porque la libertad de mercado no existe cuando las corporaciones tienen el poder.