Qué es el lupus

El Día Mundial del Lupus se celebra cada año el 10 de mayo, fecha en la que se conmemora la concienciación de una enfermedad auto inmune, crónica, invisible y sistémica. El propio sistema inmune ataca las células y tejidos sanos por error. En consecuencia, daña la piel, las articulaciones y el corazón, entre otros. Se dice que es «invisible» porque tiene periodos de brotes y de remisión cuyos síntomas varían con el correr del tiempo, lo cual dificulta su diagnóstico. Entre los síntomas más comunes se encuentran la fatiga, fiebre, dolor articular y muscular, erupciones cutáneas y pérdida de cabello.
Además, es una afección de la cual se estima que incide sobre cinco millones de personas, es decir, de 40 a 100 personas por cada 100.000 habitantes y a 28.000 argentinos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si bien hasta el momento no se encontró ninguna cura, el diagnóstico temprano y un tratamiento médico ayudan a controlar su impacto.

La importancia de la prevención

En el informe «Lupus no reconoce fronteras» el doctor Paul R. Fortin asegura que si se demora el tratamiento, la inflamación puede producir un daño a los órganos, los cuales pueden perder su función de forma irreversible y por eso constituye algo muy peligroso. Por lo tanto, «el tratamiento debe focalizarse en reducir la actividad de la enfermedad y minimizar los brotes para prevenir el daño permanente de los órganos».
En la actualidad, en general la sociedad ignora dicha enfermedad, dado que no cuenta con recursos institucionales, además de recursos materiales y económicos para tratarla. Dado que la OMS estima que es una afección poco frecuente, la presidente de Asociación Lupus Argentina (ALUA) afirma que «la ignorancia al respecto se manifiesta en la discriminación que deben enfrentar los pacientes con lupus en sus actividades cotidianas, afectándolos anímicamente. Esa es una de las cosas que necesitamos cambiar de forma urgente».