Quino es un príncipe

El dibujante argentino Joaquín Salvador Lavado, más conocido como Quino, fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias Comunicación y Humanidades. Al anunciarse la entrega del premio, el jurado remarcó la vigencia del principal personaje creado por Quino, la legendaria Mafalda, de la que se cumplen 50 años y señaló que “los lúcidos mensajes de Quino siguen vigentes por haber combinado con sabiduría la simplicidad en el trazo del dibujo con la profundidad de su pensamiento».
«Quino alcanzó fama internacional con la creación del universo de Mafalda, una niña que percibe la complejidad del mundo desde la sencillez de los ojos infantiles. Mafalda, la principal protagonista del trabajo creativo de Quino, es inteligente, irónica, inconformista, contestataria y sensible. Sueña con un mundo más digno, justo y respetuoso con los derechos humanos. Al cumplirse el 50° aniversario del nacimiento de Mafalda, los lúcidos mensajes de Quino siguen vigentes por haber combinado con sabiduría la simplicidad en el trazo del dibujo con la profundidad de su pensamiento», expresó el jurado.
Además, mencionó que “la obra de Quino conlleva un enorme valor educativo y ha sido traducida a numerosos idiomas, lo que revela su dimensión universal. Sus personajes trascienden cualquier geografía, edad y condición social».
La candidatura del «padre» de Mafalda le ganó en las votaciones al periodista mexicano Jacobo Zabludovsky, al filósofo Emilio Lledó, la periodista congoleña Caddy Adzuba y el biólogo español afincado en Estados Unidos Francisco José Ayala.
El Príncipe de Asturias
Comunicación y Humanidades es una de las ocho categorías en las que se entrega este premio. En la edición de este año, la 34°, es el tercero que se entrega. Los otros premiados fueron el arquitecto Frank Gehry (fue distinguido en la categoría de Arte) y el hispanista francés Joseph Pérez (en Ciencias Sociales).
Los próximos galardones serán en las áreas de Investigación Científica y Técnica, Letras, Cooperación Internacional, Deportes y Concordia.
El premio fue instaurado en 1981 y consiste en una escultura diseñada por el artista catalán Joan Miró, un monto en efectivo de 50.000 euros (69.600 dólares), un diploma y una insignia.
Los galardones se entregarán en octubre en Oviedo, en un acto presidido por los príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, herederos de la corona española.
A lo largo de su historia, el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades fue concedido, entre otros, a Annie Leibovitz, Shigeru Miyamoto, The Royal Society, los diarios El País, El Espectador y El Tiempo, Luis María Anson, la agencia de noticias española Efe, Václav Havel, la CNN, Umberto Eco, George Steiner, Hans Magnus Enzensberger y Ryszard Kapuscinski.
El origen de Mafalda
Mafalda fue producto de un error, de una campaña publicitaria frustrada. Posteriormente, la primera tira de la serie salió en el semanario Primera Plana el 29 de septiembre de 1964. Los problemas del mundo y también de la Argentina fueron mostrados a través de los ojos de un grupo de chicos pero las reflexiones más lúcidas eran las de Mafalda, un poco la líder de ese grupo de amigos del barrio y del colegio. La guerra de Vietnam, la llegada del Hombre a la Luna, el conflicto Este-Oeste, los sucesivos gobiernos militares en nuestro país y la situación política nacional y mundial fueron algunos de los tópicos que desfilaron por la tira en la que, por medio del humor, Quino se las ingeniaba para dar a conocer opiniones y posturas que, de otra forma, le hubieran traído más de un dolor de cabeza.
Tras su principal personaje salido de sus manos durante 9 años, de 1964 a 1973, Quino decidió dejarla. Solamente usaría sus manos para darle vida a Mafalda para campañas de la UNICEF o a pedido del gobierno argentino. Una de estas ocasiones fue tras la rebelión de Semana Santa contra el presidente Raúl Alfonsín en 1987. En esa oportunidad Mafalda apareció con el mensaje «¡Sí a la democracia! ¡Sí a la justicia! ¡Sí a la libertad! ¡Sí a la vida!». Y el dibujo de Mafalda tiene una curiosidad que devela el propio Quino: “Nunca terminé de aprender a dibujarla; tenía que calcarla”.
Y la vigencia de Mafalda, tal como dijo su autor en la reciente Feria del Libro, la podemos ver en el hecho de que muchas, la mayoría de las cuestiones contra las que peleaba o que formaban parte de su vida diaria, aún hoy están en vigencia y siguen siendo temas de interés nacional y mundial.
En 1993 se adaptaron las tiras de Mafalda a dibujos animados y el personaje participó en diversos certámenes y festivales de cómic y humor de numerosos países. Este año, con motivo del 50° aniversario del personaje, varias exposiciones recordaron a Mafalda en todo el mundo.