Cuando éramos chicos nos aterrorizaron cientos de películas donde insectos gigantes atacaban a la raza humana. Otras, directamente, mostraban una potencial organización de la naturaleza para exterminar al Hombre (imposible obviar a “The Birds” de Alfred Hitchcock). Pero, como siempre, la realidad supera a cualquier ficción. Y eso es lo que pasa en China.
Shaanxi, una provincia de casi 40 millones de habitantes (es decir, equivalente a todos los habitantes de la República Argentina) y de 205.800 kilómetros cuadrados de superficie (similar a Bielorrusia) sufre desde hace un par de años reiterados ataques de avispas que desarrollaron un tamaño y agresividad nunca antes visto.
Estos enfrentamientos entre humanos e insectos se incrementó con el correr del tiempo y, hasta el momento, deja un saldo de 42 muertos y 1.600 heridos tan solo este año. Una de las causas que podrían haber provocado el crecimiento de la cantidad de ataques y el tamaño de estos himenópteros es el calentamiento global, además de la utilización de agroquímicos e insecticidas.
En el cine se dice que segundas partes nunca fueron buenas. Esta historia que no terminó aún (actualmente hay más de 200 personas víctimas de las avispas gigantes) tanto como la naturaleza, seguramente deje secuelas.
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