Tips saludables para la picada

La picada es una tradición en nuestra cultura gastronómica. Está presente al encontrarnos con amigos y, muchas veces, es la previa del asado. Por eso es muy importante aprender a moderar las porciones para disfrutar de manera más saludable esta comida. Sabemos que sus ingredientes concentran muchas calorías en porciones pequeñas y que estas provienen principalmente de la grasa. Acá te dejo algunos tips.
Lo más importante es ser selectivos con los fiambres y quesos. Nunca es bueno dejar de comer o reprimirnos ante las comidas, es una conducta insostenible en el tiempo y contraproducente para nuestra salud mental.

Cuál queso elegir

Para los quesos, el criterio en la selección tiene que ver con la dureza de los mismos. Cuanto más duro es un queso, más grasa tiene. Así como también calorías y sodio. Ejemplos de esto son el provolone, reggianito y sardo. En general, para este tipo de quesos no existen las versiones light. Acá la clave será controlar la porción. Los blandos (tipo mozzarella, por salut, dambo) son intermedios en cuanto a grasas y calorías. En estos sí podemos encontrar versiones light y reemplazar la versión común.
Los untables regulares son los más livianos, tienen un 15% de grasa, aproximadamente, y los light varían entre 0% y 8%.
Tip: seleccionar los de menor cantidad de grasa y moderar la porción con los que más tienen.

El turno de los fiambres

Si hablamos de los fiambres y embutidos, el leberwurst, los salames y chorizos son los que más grasa tienen, seguidos por la panceta, mortadela, la bondiola y el salchichón. Dentro de los más magros encontramos el lomito, el jamón cocido natural y el jamón crudo si retiramos la grasa visible.
Tip: elegir los magros y consumir muy poquito de los grasos.
También es importante el acompañamiento de la picada. Es una muy buena idea sumar pickles, frutas secas, aceitunas, tomates desecados, verduras en conservas y frescas con aderezos de bajo contenido graso (caseros) para reducir así la cantidad de fiambres y quesos que consumimos y sumar algunas grasas de buena calidad. Y, si agregás pan, que sea de salvado o integral para aportar fibras.
Dentro de las bebidas, elegí agua de base y sumá una segunda bebida con moderación, si es que te gusta acompañar con un rico vino o cerveza.
Finalmente, como siempre recomiendo, masticá despacio y disfrutá de cada bocado. ¡A poner a trabajar todos los sentidos!