Es el símbolo de la belleza, la sensibilidad, armonía, el buen gusto, la seducción, la atracción y el magnetismo pero, principalmente, es el planeta que representa el impulso femenino.
De acuerdo a la casa donde cae y al elemento donde se encuentra, es la forma de ver cómo nos relacionamos con los otros, cuáles son las cosas que nos gustan y cuáles las que valoramos. Si queremos saber sobre nuestro aspecto amoroso tenemos que ver a Venus, porque este planeta siempre nos habla de la forma de relacionarnos y la capacidad de amor que tenemos para dar.
Venus es regente de dos signos: uno es Tauro y el otro es Libra. De ahí que Platón se refiere a esta diosa como el amor terrenal y el amor celestial.
En el amor terrenal es la Venus nacida de Zeus con Dione. Es la Venus Pandemia, la que corre por los prados, libre y sin ningún tipo de prejuicio, que necesita ser amada por dioses y hombres. En cambio, la Venus celestial es Afrodita, la que se pone en contacto con el alma y valora mucho más las virtudes que los placeres. Por esta razón está más en contacto con el arte y la belleza.
La más bella
Aquellos que hablan de Venus cuentan que es la más bella de todas las diosas, su piel es blanca y tiene cabellos dorados, la risa es tan encantadora que, según Homero, cautivaba a todo dios y mortal. Tal es así que su apodo era “Dorada”, porque tenía un halo que dejaba perplejo a quien la mirara.
Nacida de la espuma del mar, apareció sobre una concha marina rodeada de nereidas, las horas eran quienes la cuidaban y ellas mismas le regalaron un cinturón llamado “cesto” que la hacía más irresistible, era el atributo que provocaba que los dioses se volvieran locos por ella.
Se casó con Hefestos o Vulcano, el forjador de metales y el artesano más hábil del Olimpo, pero tuvo su amor incondicionado hacia Marte (o Ares), con el cual vivió amores tan apasionados que ya en el último tiempo no les importaba a ninguno de los dos que los mismos dioses se dieran cuenta de su amor. Una diosa totalmente libre en su forma de amar.
En una carta, Venus representa nuestros gustos, valores y talentos. Simboliza una forma de poder totalmente diferente a la de Plutón, es el poder de lo femenino, el poder de la seducción la que excita a su opuesto complementario (Marte) para conseguir lo que quiere.
Cuando Venus se refinó por un trabajo personal, se puede descubrir el alma del consultante, ya que esta se relaciona con las facultades mentales superiores y los valores espirituales del mismo.
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