Verdades, penas y alegrías en una sola voz

Todos estos sentimientos se encuentran en las bagualas que Mariana Carrizo canta. Es muy sorprendente ver la energía y alegría que transmite una sola mujer cantando en el escenario solamente acompañada por su caja.
La copla es el canto más antiguo que se transmite desde hace varias generaciones en el norte del país. En este lugar nació Mariana, precisamente en los Valles Calchaquíes en la provincia de Salta, en la localidad de Angastaco. «El cantar coplas es el canto cotidiano donde uno conversa con la vida, es como conversar con uno mismo, y asumí esta herencia cultural de mis mayores», nos cuenta Mariana Carrizo.
Desde muy pequeña Mariana acompañaba a su abuela a los cerros para llevar a las cabras a buscar pasto tierno, allí era donde se sentía libre, cantaba y escuchaba a otros que también lo hacían.

¿Cómo fue el momento en que comenzaste a compartir tus coplas?

«A los 8 años participé de mi primer festival en Molinos, en el Festival del Poncho Salteño, desde ahí nunca más volví para atrás. Así comencé la parte artística, la necesidad de cantar en un escenario me vino naturalmente y, desde entonces, siempre tuve esas ganas de estar en los escenarios, de compartir ese espíritu que se manifiesta cuando canto para otras personas.»

¿Cómo es el momento de creación?

«No hay un momento especial de creación, simplemente cuando uno esta cantando las cosas suceden.»
Con esfuerzo, esta artista logró imponerse en los festivales y en diferentes escenarios, que le valieron uno de los reconocimientos más queridos por los artistas folklóricos: el Premio Consagración de Cosquín en el año 2004. Desde entonces, recorrió Argentina y varios países de Latinoamérica y Europa.

¿Cómo es la repercusión de la baguala, no tan conocida en otros países?

«La reacción es la misma que ir a otras provincias de nuestro país donde no conocen de la copla. Las primeras veces que visité Buenos Aires tuve que contar lo que es a través del canto, o en otros lugares donde se sabe qué es pero que no se está acostumbrado a convivir de una manera más directa con esta expresión.
En los países que visité tuve contar un poco de la cultura y la historia de Salta y de nuestro país. Es bien recibido el canto de la copla, es como una gran realización, es muy lindo saber que en cada lugar donde me he presentado se escuchó con respeto y admiración.»

¿Qué se puede hacer para que esta expresión no se pierda?

«Desde mi lugar realizo un trabajo social, hago encuentros itinerantes donde nos reunimos a cantar de forma natural, que es un encuentro que realizo con el solo hecho de compartir y generar espacios para la gente común que canta las coplas para sí mismos, en estos tiempos sociales donde la mayor de las culturas tiene más lugar que las culturas foráneas, y eso también es como que va a tapar parte de una identidad que queda ahí como rezagada. Desde el lugar público que ahora tengo existen algunas posibilidades pero hay que pelearlas mucho, posibilidades de generar cosas y de hacer algo positivo por un pueblo, que es el  mío también.»
Le consulto acerca de cómo fue para ella presentarse como artista en lugares que estaban validados para los hombres y no tanto para las mujeres, a lo que responde que «el canto de la copla es un canto que no solo en los tiempos que comencé a cantar no había mucho lugar para la mujer. Ahora tampoco es un espacio que abunde, inclusive en los medios. Ahora se le da prioridad y espacio a lo que está más de moda y eso es parte con lo que a veces hay que luchar».
En su último espectáculo, titulado «Nosotras, lo mejor de todo» que muy pronto presentará en Capital Federal, Mariana Carrizo invita a las mujeres al show, a los hombres también, pero para ellos hay una aclaración pícara: «Los hombres podrán asistir, pero tendrán que sostener muy bien sus pantalones para estar en esa instancia», y así lo demostró este año en el Festival de Cosquín, donde en una de sus coplas cantaba en forma chistosa: «Dios hizo primero al hombre, después a la mujer, porque solo el pobrecito no sabía para donde correr».
«Nosotras, lo mejor de todo» es un espectáculo al que recomiendo que asistas porque, sin lugar a dudas, todos se van a divertir.