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La noticia sacudió al mundo entero pero, en parte, Lionel Messi hizo explicito lo que hacía meses era algo implícito. El rosarino le comunicó a la directiva de Barcelona que no quiere continuar en el club, apoyado en una de las cláusulas de su contrato que le permitiría cortar el vínculo, a pesar de que resta un año. ¿Cuál será el futuro del 10?

Hay varios rumores instalados acerca de las ganas de Messi de salir de Barcelona, lo cierto es que el equipo que brilló hace unos años ya no tiene esa «magia» que lo posicionó como el mejor del mundo. Sin título de liga y humillado por Bayern Munich en Champions League, todo los indicios parecen indicar que hay final de ciclo.

Hay nuevo director técnico, se trata de alguien que conoce el Camp Nou como pocos: Ronald Koeman, exjugador «culé» y autor del gol que le dio al club su primera Copa de Campeones. El neerlandés, de mano dura, le comunicó a Luis Suárez (compinche dentro y fuera de la cancha con Messi) que se busque club y la «limpieza» seguiría con pesos pesados del plantel. Vale aclarar que Koeman y Messi mantuvieron una reunión días atrás, donde la «Pulga» le confesó que su futuro está lejos de Catalunya.

«Tenemos que mejorar, jugando así vamos a perder La Liga y será difícil ganarle a Napoli», afirmó Messi antes que se reanude la copa europea. Se lo vio cansado, fastidiado (recordemos la discusión con un ayudante de Quique Setién en pleno partido), aunque sus palabras fueron realistas: perdió la competencia doméstica con Real Madrid y, aunque le ganó a Napoli, el desenlace fue fatal.

El principal apuntado en esta situación es el presidente de Barcelona, Josep Bartomeu. El dirigente catalán carga con la certera crítica de no armar un equipo competitivo que esté a la altura de los compromisos del club y contrataciones millonarias que no funcionaron. Esa falta de competitividad caló fuerte en el pensamiento de Messi de tomar la decisión de irse de la institución que lo formó.

Es conocida la historia, la «Pulga» con diez años recién llegado España, Barcelona y el tratamiento para que Leo pueda crecer. Años más tarde, el argentino pagó con creces la ayuda «culé» e hizo crecer a la institución a nivel local, continental y mundial. Es un cierre de una historia y, como todo divorcio, es duro de afrontar y asumir.

La salida del rosarino de Barcelona no será fácil: si bien la FIFA apoya el principio del derecho laboral para otorgar el transfer, los negocios son negocios. Se habla de una cláusula de salida de 700 millones de euros. Quien quiera a Messi tendrá que desembolsar esa cantidad de dinero o tendría que salir del propio bolsillo del jugador.

En tanto, diversos medios europeos hablan de una supuesta comunicación entre Pep Guardiola y Messi para que se mude a Manchester. Allí se reencontraría con el técnico que lo hizo brillar y con su amigo, Sergio «Kun» Agüero. En tanto, Gabriel Jesús sería un hombre clave en la negociación. De nuevo, todos supuestos y rumores.

Inter de Milán también se suma a los rumores de futuro del astro: ¿te imaginás una delantera con Romelu Lukaku y Lautaro Martínez? ¿Y si se muda a París a defender los colores de PSG con Ángel Di María y Neymar?

Todos suponen que Messi quería otro final con una institución de la que recibió todo y a la que se brindó por completo. Lo concreto son las intenciones de terminar su ciclo y una larga negociación económica para continuar con su futuro. Es el primer capítulo de una historia que viene para largo.