Argentina se aleja del Mercosur

En el marco de la crisis mundial por la pandemia de COVID-19 y las consecuencias económicas y sociales que genera y de las cuales aún no sabemos su profundidad y alcance, Argentina decidió suspender su participación en el Mercosur en momentos en que el bloque lleva adelante negociaciones en búsqueda de acuerdos comerciales con Corea del Sur, Líbano, Canadá y la India.

La postura del presidente Alberto Fernández y del canciller Felipe Solá es que esos países producen bienes y servicios que implican una competencia directa con nuestra industria en un escenario difícil por la pandemia, los aislamientos y los parates económicos. Igualmente, Argentina continuará con el proceso para poner en marcha un acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la Unión Europea, aprobado el año pasado por ambos bloques pero que está a la espera de la ratificación parlamentaria de cada uno de los países. Tampoco tendrá incidencia en las tratativas con la European Free Trade Agreement (EFTA) integrada por Islandia, Noruega y Suiza, entre otras naciones.

Este viernes, los delegados económicos de cada país miembro deliberaron por videoconferencia, encuentro en el que las diferencias quedaron explícitas. Mientras que los representantes argentinos plantearon que no era momento de abrir la economía en plena crisis, los funcionarios de los restantes integrantes del Mercosur opinaron lo contrario.

El secretario de Relaciones Económicas Internacionales argentino, Jorge Neme, señaló: «Creo que hay que avanzar en la búsqueda de soluciones jurídico institucionales que permitan que ustedes, como países mayoritarios, que tienen la intención de avanzar a un ritmo que nosotros no podemos acompañar, puedan hacerlo y la Argentina tenga la oportunidad de evaluar en su momento la forma de sumarse».

El Palacio San Martín, en un comunicado, manifestó que «Argentina se previene de los efectos de la pandemia mientras protege las empresas, el empleo y la situación de las familias más humildes. Lo hace a diferencia de las posiciones de algunos socios, que plantean una aceleración de las tratativas hacia acuerdos de libre comercio con Corea del Sur, Singapur, Líbano, Canadá y la India, entre otros». «La incertidumbre internacional y la propia situación de nuestra economía aconsejan detener la marcha de esas negociaciones», agrega el texto.

En respuesta a esta decisión, el gobierno de Paraguay, que ejerce la presidencia pro témpore del bloque, indicó que junto con los demás Estados miembro evaluará «las medidas jurídicas, institucionales y operativas más adecuadas» para «no afectar el proceso de construcción comunitaria del Mercosur y de las negociaciones comerciales en curso».

Por su parte el canciller uruguayo, Ernesto Talvi, consideró que la medida argentina «no enlentecerá el avance de las negociaciones en curso u otras que puedan lanzarse en los próximos meses».

«Decisión inconsulta»

Desde Juntos por el Cambio se criticó la decisión gubernamental porque «se pone así en peligro una de las pocas políticas de Estado sostenidas por las fuerzas políticas argentinas durante estas últimas décadas».

En un comunicado, se señaló que «en momentos en que una crisis global hace más necesaria que nunca la cooperación internacional y la integración regional, el Gobierno ha decidido que Argentina no participe más de los acuerdos comerciales en curso y de las futuras negociaciones del Mercosur».

Además, los miembros opositores de las comisiones de Mercosur y de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja repudian «esta decisión inconsulta, tomada por el Poder Ejecutivo, mientras el Congreso continúa cerrado por decisión del oficialismo, y exigimos al canciller Felipe Solá que se presente, como es su obligación, ante ambas comisiones para informar las razones y alcances de esta medida».

Por su parte, el economista y excandidato presidencial José Luis Espert, sostuvo que la Argentina está «aislada del mundo por la pandemia», enfrenta «el default de la deuda», gobierna «por decreto» y «ahora ya no participará más de las pocas negociaciones de acuerdos de libre comercio que haga un bloque proteccionista como el Mercosur». «Medio país fundido pidiendo salvavidas del Estado. Cualquier parecido con Venezuela es casual», añadió.

Asimismo, el excanciller argentino Jorge Faurie lamentó «la decisión del gobierno argentino comunicada a nuestros socios de Mercosur de apartarse de las negociaciones que teníamos en curso con Canadá, Corea y Singapur, tres mercados de gran relevancia económica y elevado poder adquisitivo».

«Salir de esta crisis internacional requerirá despliegue de esfuerzos conjuntos, coordinación y habilidad negociadora en los ámbitos multilaterales, regionales o globales de los que somos parte, para encontrar soluciones compartidas que protejan los intereses de nuestro país, recuperen dinamismo productivo y reimpulsen el comercio interno e internacional», sostuvo Faurie.
En tanto, el exministro de Agroindustria y actual diputado de la Unión Cívica Radical (UCR) por Formosa, Ricardo Buryaile, se preguntó «cuáles serán las consecuencias de estas abruptas decisiones» del Gobierno y consideró que el «proteccionismo a fondo y el aislamiento total» llevan a una «chavización».

Finalmente, el diputado salteño Martín Grande (PRO) consideró que «abandonar las negociaciones externas del Mercosur es un gran error. Volvemos a cerrarnos al mundo, de forma inconsulta y con el Congreso cerrado. El mayor logro político desde 1983, echado por tierra. Desde ya les digo, ¡solos no podremos!».