Cabrera, una calle de recomendaciones

Empezamos un nuevo año y seguramente te quedaron colgadas muchas juntadas para despedir el 2012 como se debe y darle la bienvenida a un 2013 lleno de anhelos, sueños y proyectos. Por estos mismos motivos, hoy quiero dar una vuelta por Cabrera y hablar de los destacados que iluminan esta calle, llenándola de vida, ideales para juntarse y, por qué no, seguir brindando. Rico, elaborado y de variados precios. Aquí los recomendados:
Klimt
Si pasás caminando ni te das cuentas de este restó. Entré de casualidad porque me quedé sin mesa en otro lugar más populoso, con eso te digo todo. En la esquina de Cabrera y Armenia pasa inadvertido, pero es realmente excepcional. Con la obra de Gustav Klimt en sus paredes y un toque muy español, el tapeo se lleva los premios. Acá todo es sabroso, apetecible y de pequeños bocados. Para compartir y probar un poquito de todo: rabas, langostinos empanados y brusquetas de jamón crudo son los destacados. Entre los platos principales, su chef recomienda el lomo al malbec y los ravioles de salmón, y de postre el volcán de chocolate con crema helada. Precios accesibles al bolsillo y muy buen servicio.
Oro & Cándido
Estilo bodegón italiano, con mucha onda, en Cabrera al 4600.  Básicamente, una antigua casona que invita a los paladares más curiosos a degustar las carnes más exóticas. A pesar de su impronta tradicional, se conserva sofisticado y con glamour. Ideal para relajarse y conversar largo y tendido. De precios accesibles, Oro & Cándido ofrece una carta excepcional: ñandú, jabalí, llama y yacaré entre las carnes destacadas. Amerita darse una vuelta y probar alguna de estas exquisiteces. De todas formas, si no se quieren arriesgar, también hay platos un poco más «porteños» para quienes tienen un paladar algo conservador.
La Cabrera
Siempre que ando cerca de La Cabrera veo una multitud de gente esperando en la entrada, conversando y disfrutando de un cóctel de bienvenida, mayoritariamente extranjeros. Esta esquina tiene magia, dan ganas de quedarse y disfrutar de los tiempos veraniegos mientras se prepara el cuerpo y el alma para un delicioso banquete. La especialidad de la casa es el ojo de bife (que viene de 200, 400, 600 y 800 gramos) acompañados de pequeñas cazuelitas con puré de papas andinas, calabaza, champignones y tomates secos. La carne es un manjar y realmente vale la pena gastarse unos cuántos pesos en este paraíso bovino.
Y me despido esta vez deseándoles a todos que arranquen un 2013 viviendo en “eudaimonía”, llamado así por los griegos, a un estado de felicidad que no tiene nada que ver con lo que las sociedades occidentales entendemos por este concepto. Tiene un significado más profundo, que se asocia con vivir en armonía con quien uno es, dando el máximo de lo que seas capaz en cada meta que te propongas.