Cupido y el Día de los Enamorados

erosEs el Dios del Amor. Llamado también Eros (griego), su nombre significa amor y deseo, y es hijo de Venus y Marte. Hay versiones mitológicas que cuentan que sus padres fueron otros, y acá quiero hacer una aclaración: la mitología no es ni contradictoria ni un escenario prostibulario. El conocimiento esotérico (oculto) suele tener varias vestiduras llamados velos y, al que no sabe develar esos símbolos, le pueden suceder varias cosas: primero se aburre, segundo no lo entiende porque lo lee de manera lineal (cuando en realidad es un conocimiento circular) y tercero, en la mitología pasa lo mismo que en la vida cotidiana. Juana no hay una sola y Jorge no existe solo uno, por lo tanto, Afrodita no hay solo una, por eso es importante saber dónde nació, quiénes fueron sus padres y ahí el símbolo cambia. Para graficar esto, es bueno presentar un ejemplo: cuando Urano fue castrado por Saturno la sangre de sus testículos cayó en la tierra, donde nacieron las furias. Pero cuando esa misma sangre cayó en la espuma del mar nació Afrodita. Mismo padre, misma sangre, diferentes recipientes, diferentes hijos. La explicación se las debo en otra nota, y aclarado el tema sigo con Cupido.
Su aspecto físico
Es un niño alado y juguetón. Su misión es arrojar flechas a los que piden su ayuda o lo invocan. Tiene dos tipos de flechas: las doradas y las de plomo. Las primeras infunden amor y las otras causan indiferencia. Que sea un niño y no creciera preocupó a su madre por mucho tiempo. Por este motivo, consultó al Oráculo y este le dijo: “El amor no puede crecer sin pasión”. Al poco tiempo, Venus quedó nuevamente embarazada de Marte y dio a luz a la contraparte de Eros (Cupido), a Anteros (“la pasión”).
Dia de los enamorados
Hoy, en el Día de los Enamorados, hay muchos que no fueron tocados por las flechas de Cupido y son muchos los que quieren estar en compañía y sentir el amor apasionado. Para eso, lo mejor es quedarse quietos. ¿Qué quiero significar con esto? Es simple, quiero decir que el amor no lo encontramos picoteando de flor en flor. Imaginen a un arquero concentrándose en su meta y que el blanco se mueva por la propia ansiedad que genera encontrar al ser amado. La técnica de la arquería es un “arte”, Cupido debe estar concentrado, aleteando imperceptiblemente como la respiración del arquero antes de disparar la flecha y el blanco, que sos vos, el que quiere ser tocado, debe estar quieto, sereno, pasivo, calmo, claro y despejado.
En definitiva, el arco es la prolongación del Dios del Amor. Por sí mismo, este elemento no tiene conciencia, pero Cupido debe tener la flexibilidad necesaria para tensarlo y dar en el blanco.
cupido La flecha es la intención y, en este caso, queremos que sea dorada: que toque los corazones de los hombres. Debe ser clara, porque cuando la flecha se dispara ya no hay retorno.
El blanco sos vos. Para Cupido su objetivo es llenarte de amor. Si te movés y tu ansiedad te juega una mala pasada, nunca te alcanzará. En cambio, si te quedás quieto vas a conocer el amor en su totalidad. Como todas la cosas en la vida… vos decidís.