Derechos LGBTIQ y Agenda 2030

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ofrecen a la comunidad de las naciones una hoja de ruta para eliminar la pobreza, el hambre y la desigualdad; mejorar el acceso a la salud y la educación; y lograr la paz y la justicia para todos. Es imposible construir una sociedad equitativa si algunos segmentos de nuestras poblaciones se ven privados de sus derechos humanos, la dignidad y las oportunidades que deben ser universalmente reconocidas para todos y todas, y que tanto el Estado como los actores no gubernamentales deben respetar.

Los Estados miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) adoptaron una resolución sobre «abordar las causas de las disparidades en cuanto al acceso y la utilización de los servicios de salud por parte de las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales y trans», que recomienda diferentes acciones a los Estados miembros, con el fin de reducir el estigma y la discriminación en los servicios de salud y garantizar la salud universal para las personas LGBTIQ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales y queers).

En este marco, los Estados que conforman las Naciones Unidas se reunieron en 2006 en New York en la Reunión de Alto Nivel sobre el Sida, para aprobar una Declaración Política, a través de la cual se comprometieron a poner fin a la epidemia del sida para el año 2030.

Una Agenda para la Acción

¿Qué se puede hacer en esta región para hacer frente a la discriminación institucional y social? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone lo siguiente.

Es importante eliminar las leyes y políticas que discriminen por motivos de orientación sexual, identidad de género o expresión de género y aprobar leyes y políticas que garanticen la igualdad de acceso a la educación, el empleo, la salud, la vivienda, la protección social y la justicia.

Es fundamental mantener el estado de derecho mediante la investigación, el enjuiciamiento de los culpables y la compensación a las víctimas de violencia sexual, de género y discriminación, así como proporcionar protección a las personas que han sido desplazadas por la fuerza debido a la persecución por motivos relacionados con la orientación sexual e identidad de género.

Los sectores educativos deben fortalecer su respuesta a la violencia escolar basada en la orientación sexual, identidad y expresión de género, documentando el problema, adoptando políticas apropiadas que aborden la discriminación de todo tipo, capacitando a los docentes, reformando la currícula escolar y ofreciendo servicios a los estudiantes afectados.

El sector de salud debe mejorar el acceso equitativo a todos los servicios de salud para las personas LGBTIQ.

El desarrollo de todas las políticas públicas debe incluir la participación activa y significativa de las personas LGBTIQ. La sociedad civil, las organizaciones basadas en la fe, los medios de comunicación y las redes y personas LGBTIQ tienen un papel que desempeñar para asegurar que todas las personas sean tratadas con dignidad y respeto.

Todas las agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas (ONU) en América Latina y el Caribe se han comprometido con el fin de alcanzar los ODS para la paz, la justicia, los derechos humanos, la igualdad de género y el desarrollo, sin dejar a nadie atrás.

Finalmente, vale mencionar que el sistema de las Naciones Unidas está unido bajo la campaña mundial «Libres e iguales» en apoyo a la igualdad de las personas LGBTIQ.