El director y productor Ryan Murphy sigue generando contenidos que impactan, principalmente, por su poderío visual. Es un gran detallista que basa gran parte de su meteórica carrera en su conocimiento de la cultura popular y su mezcla de figuras en los casts.
Su camino en la meca del cine y las series es un derrotero de revisitar otrora géneros menores u homenajear a grandes glorias del pasado en producciones de gran despliegue y expansión visual. Esta es una de las razones por las que esperábamos con ansias “Hollywood”, producción que responde a la carta blanca que Netflix le dio para generar e impulsar series y contenidos para sus espectadores.
En esta oportunidad seguiremos a un grupo de jóvenes que desea abrirse camino en el Hollywood de su época más gloriosa, un lugar en donde todo estaba por inventarse y donde también había espacio para que todos pudieran acceder, de la manera que creyeran, a un papel.
Hay muchos relatos del Hollywood de antaño que cuentan ese costado lascivo, pecaminoso, extasiado y de castings hechos entre sábanas que expusieron las miserias sobre muchas de las estrellas, productores, técnicos y directores de la época, un entramado de sexo y perversión que aún resuena fuerte.
Murphy se hace eco de esos rumores, toma algunas figuras representativas y enmarca el relato dentro de una ucronía que reinventa de una manera infantil una historia más cercana al culebrón que al true history, cimentando el proyecto en falacias e hiperbolizaciones.
Entre sus fantasías, entre la exhibición de cuerpos esbeltos y tallados con cincel, entre gente de color, que por primera vez se anima a dar sus pasos, arma “Hollywood”, pero la tiñe de amarillismo y en ese querer contar la manera en que algunos personajes dieron todo para ser alguien y disfrutar del éxito y las alfombras rojas, se pierde la oportunidad de homenajear como corresponde a las mujeres y hombres que transformaron un negocio en industria.
Hay un intento de correrse de lo obvio pero, una vez más, Murphy se muestra como el mismo onanista que es en sus últimas producciones, reconstruyendo visualmente una época, de una manera impecable, pero que no puede estar a la altura de las circunstancias y de los mitos con los que trabaja.
El reparto de jóvenes actores busca interpretar, desde un verosímil que no se consigue, una manera de ser que podemos conocer a partir de las producciones reales de la época. Se los percibe ajustados, incómodos y eso resiente aún más el relato.
De todas formas, hay mención especial para Patti LuPone, una de las guías de la historia, que se muestra fresca y gloriosa al frente de los Estudios ACE, y lleva adelante la tarea de producir la primera película protagonizada por una mujer de color en esta historia de amor, pasión, traición y venganza que, a medida que avanzan los episodios, pierde su norte y se transforma en una telenovela con gran presupuesto y sin corazón.
«Hollywood» está protagonizada por David Corenswet (en el rol de Jack), Darren Criss (Raymond), Jeremy Pope (Archie), Laura Harrier (Camille), Samara Weaving (Claire), Dylan McDermott (Ernie), Holland Taylor (Ellen Kincaid), Patti LuPone (Avis), Jim Parsons (Henry Willson), Jake Picking (Rock Hudson), Joe Mantello (Dick) y Maude Apatow (Henrietta). La producción ejecutiva de la serie corre a cargo de los creadores Ryan Murphy e Ian Brennan, junto con Alexis Martin Woodall y Janet Mock, quien también ejerce de guionista y directora. Finalmente, vale recordar que «Hollywood» se encuentra disponible en Netflix.
