Dos semanas de temporada

Las primeras dos semanas de la nueva temporada de la NBA dejan entrever lo que podría ser su desarrollo, como así también el desempeño de las franquicias, aunque ya hay sorpresas negativas tanto como positivas. El campeón, Los Angeles Lakers, como sucede siempre con un equipo ganador de un título, comenzó algo relajado y perdió dos partidos: uno frente a su clásico de ciudad, Clippers, y el otro frente a Portland Trailblazers, de los rivales más duros que tendrá por delante el equipo comandado por la leyenda en actividad LeBron James. El base no inició para nada en modo relax la competencia sino que desde el minuto cero pretende redoblar la apuesta para lograr un nuevo anillo, ya superó el récord de partidos consecutivos con doble dígito y se alista a ser el máximo anotador de la historia. Su equipo Lakers, después del mencionado arranque errático, ya está acomodado en la Conferencia del Oeste con cuatro victorias.

La conferencia más competitiva presenta una sorpresa en este inicio de la liga. Phoenix Suns, el equipo del valle, tan solo perdió un partido y resultó victorioso en cinco. El balance de experiencia con Chris Paul como estandarte y la juventud de Devin Booker está haciendo estragos, ganó cuatro partidos de manera consecutiva y nada menos que ante rivales directos como lo son Utah Jazz, Dallas Mavericks y Denver Nuggets. La colaboración de Dandre Ayton y Mikal Bridges son fundamentales hasta el momento. El primero ya promedia un doble-doble por partido, mientras que el segundo ya supera los 15 puntos por juego. Otro de los equipos que tomó un buen envión es New Orleans Pelicans, de la mano de sus jóvenes y hambrientas estrellas. Venció a Toronto Raptors en dos oportunidades, mientras que a Oklahoma City Thunders lo superó ampliamente, en el que todos sus titulares terminaron con una puntuación de dos cifras.

En el otro equipo de Los Angeles, las cosas empezaron óptimas hasta que se cruzaron con Dallas Mavericks. El equipo de Luka Doncic le propinó una paliza épica, en lo que fue la primera mitad con mayor diferencia en la historia de la NBA: 77-27. Sin embargo, el equipo de Tyron Lue no perdió desde entonces y tiene un récord de 4-2. Tanto Paul George y Kawhi Leonard retomaron sus respectivos altos niveles de juego. Pero no todo es risas y alegría en el Oeste, hay equipos que son verdaderas decepciones. El primero de ellos es Denver Nuggets, la franquicia de Mike Malone tiene un comienzo para el olvido, si bien Nikola Jokic y Jamal Murray tienen grandes rendimientos personales, el equipo muestra grandes problemas defensivos. Facundo Campazzo, el argentino, solo disputó unos pocos minutos y sin demasiada importancia en el desarrollo de los juegos, por lo que deberá tener calma y paciencia a la espera de una verdadera oportunidad, una actualidad esperable para el base de la selección nacional. De la misma manera que le sucedió a Portland en la temporada anterior, aquí la franquicia que juega en la altura de Colorado, luego de disputar una final de conferencia, aparece con un desempeño flojo. Se verá si logra remontar de la misma forma en la que lo hizo el equipo de Oregon, aunque sin burbuja al menos por ahora.

Tres equipos irregulares

Portand Trailblazers, Golden State Warriors y San Antonio Spurs. El primero con un equipo para competir entre los primeros tres de la liga muestra altibajos pero con la esperanza de los jóvenes y la sociedad Lillard-McCollum, siempre presta para descollar. Este es capaz de anular a Los Lakers, pero al mismo tiempo perder contra un rival mediocre. Los Warriors deberán acostumbrarse a no depender de Stephen Curry (que regresó con un gran nivel al promediar 26,4 por partido) pero que, hasta ahora, no es suficiente para erigirse entre los primeros lugares si continúan en la senda de agotar sus energías en las primeras mitades de los juegos. San Antonio Spurs es el esfuerzo hecho equipo, sin grandes estrellas rutilantes tiene la jerarquía de Popovich para mantener las expectativas de clasificación, pero dos derrotas consecutivas contra el último campeón atentan contra las esperanzas de los texanos.

En el Este hay ambivalencias, como suele suceder en las últimas temporadas. El equipo de Philadelphia Sixers tiene el mejor de los comienzos. Hasta el momento ganó cinco partidos y tan solo perdió uno, frente a Cleveland Cavaliers, en lo que fue una dura derrota por 118-94. Otro de los equipos de un inicio promisorio fue Indiana Pacers, tan solo perdió dos partidos; ajustadamente contra Boston Celtics en un back-to-back y contra New York Knicks de local. La gran sorpresa de la conferencia es Orlando Magic, una franquicia de bajo perfil y con jugadores que no sufren las presiones de los grandes equipos ni de la prensa especializada. La combinación entre experimentados, de varios años en la plantilla, y jóvenes resulta en lo que puede ser una temporada incluso mejor que la anterior, en la búsqueda de un casillero más alto con vistas a los playoffs. El Magic perdió los dos últimos encuentros, por lo que una alarma se enciende en el equipo de la Florida. Si hablamos de ese Estado, hay que mencionar al último subcampeón, Miami Heat, que sigue exponiendo lo mejor de sus jóvenes figuras pero que no tuvo un gran inicio de temporada. En la derrota contra Milwaukee Bucks por 144-97 sufrió la mayor cantidad de triples en contra de la historia de la liga: 28.

¿Qué hay de esos Knicks?

El conjunto del flamante entrenador Tom Thibodeau se acordó de lo que significa la palabra defensa y ya muestra signos de recuperación. Las importantes victorias frente a Milwaukee Bucks e Indiana Pacers ofrecen una esperanza palpable surgida de sus exponentes jóvenes pero, tratándose de los Knicks, no puede haber 100% de buenas noticias, sus rookies se lesionaron y estuvieron afuera en casi todos los partidos. Tanto Omari Spellman como Obi Toppin esperan regresar en lo inmediato. En New York no todo es Knicks, porque también está Brooklyn Nets, en lo que se espera que sea la temporada definitiva de crecimiento, ya que pueden jugar a pleno Kevin Durant y Kyrie Irving, dos de los mejores jugadores de la liga. Esta sociedad que ya sabe lo que es ganar un título no es suficiente para borrar la irregularidad de la temporada anterior, tras importantes victorias ante los Warriors y los Celtics llegaron dos derrotas inesperadas ante rivales inferiores como lo son Charlotte Hornets y Memphis Grizzlies. Entre los equipos de la isla, al menos en la tabla, no hay diferencias porque ambos ganaron y perdieron tres encuentros. Aunque no lo parezca, no todo es billetera en la NBA.

Entre los equipos regulares y sólidos tenemos a Boston Celtics y Milwaukee Bucks. Más allá de los primeros juegos complicados que les tocó disputar, se encarrilaron en la senda previsible para estas dos franquicias. La gran decepción es la de Toronto Raptors. El otrora campeón vive su peor momento, ya que solo ganó un partido (sí, a los Knicks, por supuesto) y perdieron cinco, por lo que acompañan en el fondo de la tabla a Detroit Pistons (otro sin respuesta) y Washington Wizards. El de la capital estadounidense se preparaba para un despegue con el arribo de Russell Westbrock y la chance de unirse a Bradley Beal en una posible sociedad. Hasta el momento, el desempeño personal del base proveniente de Houston es brillante pero el de su equipo es la antítesis, algo habitual que le sucede al jugador.

Son pocos los encuentros disputados y mucho el camino que queda por recorrer en esta extraña temporada. Recordemos que todavía no está permitido el acceso del público a las arenas para presenciar los partidos en la mayoría de los estadios (algunos equipos dependiendo del Estado solo dejan entrar a un puñado de espectadores) ni que tampoco tendremos el celebrado All Star Game de mediados de temporada. El avance de la segunda ola de contagios de COVID-19 en Estados Unidos hace que sea impredecible, no solo la chance de revertir el ingreso del público sino también la de una continuidad asegurada del calendario previsto por la NBA.