Educación emocional, conocernos para saber cómo actuar

Muchas veces escuchamos hablar de la educación emocional pero, ¿sabemos qué es? Entrevistamos al equipo de Encontrar Educación Emocional para que nos informen sobre el tema y podamos ver una manera diferente de conocernos para aprender.
¿Qué es salud emocional?
Para la psicóloga social Vanesa Brener, la salud es el estado óptimo del individuo, de bienestar que nos permite hacer el mejor uso de nuestras facultades físicas, emocionales y mentales. Es imprescindible para poder llevar una vida placentera y feliz.
Salud-emocional5Además, para la licenciada Virginia Silva tiene que ver con nuestras emociones que nos condicionan, nos limitan o posibilitan poder estar equilibradamente con nosotros mismos o con los demás. “Cuando decimos salud emocional hacemos referencia a cómo nos sentimos internamente. Si experimentamos o vivenciamos emociones positivas, tendremos un bienestar integral. De lo contrario, si sentimos emociones negativas podemos sentirnos abatidos”, detalla Virginia.
Las mismas circunstancias, situaciones o eventos pueden dar lugar a diferentes reacciones según sea nuestra salud emocional, expresando formas personales de reacción o respuestas ante ellas. La salud emocional afecta positiva o negativamente nuestros pensamientos y sentimientos, estados biológicos y psicológicos.
Y para Sandra Hamú se habla de salud emocional sana cuando estamos en contacto con lo que nos pasa y tenemos conciencia de que nuestras emociones traducidas en conductas, hacen y afectan al organismo. La salud o el estado de no salud emocional, depende entonces de la posibilidad de operar sobre nosotros generando herramientas que sean positivas para nuestro desarrollo personal. Eligiendo los lugares, eligiendo la gente, eligiendo la forma de vincularnos.
¿Cuáles son los objetivos que desde la educación emocional se busca alcanzar?
El objetivo de la educación emocional es el desarrollo de competencias emocionales: conciencia y regulación emocional, autogestión, inteligencia interpersonal, habilidades para la vida y el bienestar. La idea es capacitar individuos para afrontar y obtener mayor habilidad en los retos que se nos plantean en la vida cotidiana. Todo ello tiene como finalidad el bienestar personal y social.
La Educación Emocional permite:
Adquirir una mayor conciencia de las emociones, los pensamientos y la forma en que ambos se relacionan.
Facilita poder proporcionarle a cualquier integrante de la comunidad educativas un mayor conocimiento de sí mismo y de los demás.
Favorece el desarrollo integral de ellos.
Armoniza los componentes cognitivos y afectivos.
La Educación Emocional proporciona especialmente en el ámbito escolar:
Descubrir los efectos que produce nuestro comportamiento tanto en el área personal como en la interacción social (compañeros, docentes y personas en general, entorno familiar).
Posibilita el propio crecimiento emocional, favoreciendo la resolución de problemas, la toma de decisiones y las relaciones interpersonales.
Enseñar nuevos modelos de convivencia y la incorporación de conductas que los protejan, que les permitan afrontar y superar obstáculos.
Así posibilitamos a que cuenten con recursos y estrategias para fortalecer positivamente sus vínculos.
La educación emocional es una forma, en primera instancia, de aceptación de mí mismo y de los otros, entendiendo que esas emociones son solo un aspecto de mí y no mi todo. Y, por otro lado, la posibilidad de operar para generar dentro de mí un crecimiento y reconocer en mí capacidades y herramientas que me permiten mejorar mi estar en el mundo.
¿Quiénes son los sujetos de aprendizaje de la educación emocional y como se podría implementar en el sistema educativo tradicional?
Todos somos sujetos de aprendizaje: padres, niños, docentes y directivos, es decir, toda la comunidad educativa.
Proponemos para implementarla crear un espacio formal en la carga horaria de la escuela, donde el docente desarrolle talleres vivenciales y de reflexión para estimular las destrezas adecuadas para educar a los niños en la resolución de conflictos de una forma pro social, aportando nuevas alternativas a la solución de problemas y generando situaciones de aprendizajes significativos, tanto dentro como fuera del salón de clases. Y, por el otro lado, un espacio de intercambio con todos los integrantes de la comunidad educativa. Basándonos en el respeto, la empatía y la aceptación, los vínculos son de permanente retroalimentación positiva, generando niños buscadores, resilentes, auto válidos y autónomos.
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¿En nuestro país hay escuelas que trabajen con esta teoría?
La educación emocional es una forma de enseñar. Hay escuelas que hoy trabajan para asirse de este modo de funcionamiento. Conocemos establecimientos que capacitan a sus docentes en generar clima positivo en el aula, lo que nosotras denominamos facilitadores de aprendizajes. También creemos que es un tema actitudinal. Aceptar y valorar a cada uno, respetar las diferencias, los valores y las emociones, acompañar la búsqueda de conocimiento, fomentar el vínculo, está en manos de los actores intervinientes.
¿Los docentes que apliquen esta teoría necesitan una preparación especial? ¿Qué cambios o diferencias verán los padres que eduquen a sus hijos bajo esta teoría respecto de lo que conocemos como educación tradicional en Argentina?
Los docentes conocidos como «tradicionales» enseñan una mirada sobre el mundo, abren una ventana. Por ejemplo, piden un libro para el estudio de las ciencias sociales o naturales de un autor y editorial específico. Esto es el recorte de la realidad. Los alumnos repiten el contenido. Para esto no hay movilización interna. No hay cuestionamiento, ni debate, ni crítica, ni debería haber frustración. Un docente que intenta educar las emociones de sus alumnos tiene que estar abierto al debate, al cuestionamiento, al “no sé”, a la búsqueda de información desde distintas fuentes, a acompañar la frustración del que no encuentra, a estimular al que no participa, a proponer el respeto como forma única en el discernimiento, aceptar la diferencia, los acuerdos y los «no». Para esto hay que formarnos, toda la sociedad argentina, en general polarizada.
Como resultado de esta mirada sobre la educación esperamos niños resilientes, críticos, autónomos, con alta autoestima, con aceptación del otro, capaces de buscar y fracasar, y saber que el éxito es solo un paso más en la escalera del aprendizaje infinito. La educación emocional brega porque cada uno se desarrolle siendo quien es con su máximo potencial.
Para poder intervenir desde la educación emocional es necesario poder realizar un trabajo interno de autoconocimiento, de poder reflexionar y poseer la capacidad de poner en palabras qué sentimientos y emociones están en juego durante el encuentro de un grupo de niños y adultos en torno al proceso de enseñanza y aprendizaje. Sabemos que la personalidad de cada docente determina el estilo de dicho proceso, favoreciendo o no un buen encuentro entre el saber y el educando.
Entonces, que un docente cuente con un espacio formal de capacitación sobre educación emocional le brindará herramientas para pensar sobre cómo sus intervenciones o su pasividad tendrán un impacto en el clima emocional del aula. Es decir, la actitud del maestro puede favorecer el equilibrio, la armonía, el bienestar y la creatividad o, de lo contrario, haciendo que aumente el desequilibrio, el sufrimiento, la enfermedad y el no poder aprender.
Esta modalidad de intervención favorece el desarrollo de la inteligencia emocional de nuestros hijos, alumnos y futuros adultos. Estimula la adquisición del control de los impulsos, la auto conciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental. Habilidades que permiten conocer y manejar los propios sentimientos, interpretar o enfrentar los sentimientos de los demás, sentirse satisfechos, ser eficaces en la vida y crear hábitos mentales que favorezcan la propia productividad y creatividad.
¿Qué es Encontrar: Educación Emocional?
Es un espacio de reflexión, de encuentro con pares donde poder compartir, aprender y aprehender sobre la crianza de los niños, las problemáticas cotidianas donde abordamos diferentes aspectos de nuestra realidad y quehacer de todos los días. El equipo está integrado por tres profesionales que brindan un espacio vivencial, de aprendizaje, desarrollo personal y familiar desde una mirada transdisciplinaria. Encontrar ofrece también capacitaciones sobre educación emocional a diferentes instituciones, formales e informales, posibilitando nuevas herramientas de trabajo.
Encontrar tiene su historia
encontrarCuando nos conocimos estábamos compartiendo un café en el bar de la esquina de la escuela de nuestros hijos, y como suele ser habitual en una reunión entre mujeres-madres, la conversación era en torno a ellos, qué nos inquietaba sobre su crianza, quiénes nos podían brindar posibles soluciones o intervenciones ante determinadas situaciones conflictivas, o simplemente compartir preocupaciones. Cada una de nosotras nos habíamos formado en carreras afines de las ciencias humanas: psicopedagogía, psicóloga social, ciencias de la educación y counseling y fue entonces que, a partir de nuestras experiencias profesionales y personales como mujeres-mamás, quisimos crear un espacio entre pares para encontrarnos a compartir nuestras inquietudes y desde nuestros aportes profesionales brindar herramientas para abordar diferentes temáticas relacionadas con la crianza.
Así fue que en 2009 iniciamos nuestra propuesta en forma gratuita dentro de la escuela de nuestros hijos, donde comenzaron a concurrir muchas madres en búsqueda de este espacio de reflexión. Luego de 3 años sin interrupciones, y tomando las vivencias que surgían de las dinámicas realizadas a los largo de los talleres y de capacitaciones, fuimos armando otras propuestas orientadas, ya no solo a las madres, sino también para docentes y niños en diferentes etapas evolutivas, como así también para parejas y abuelos. Hoy somos un equipo, donde aunamos como marco teórico transversal en nuestras intervenciones la educación y la ecología emocional además de nuestras miradas interdisciplinarias.
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