El mundo se puso raro

Semanita tranquila en la actualidad política argentina. Esta vez solo hubo papelones en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), tiroteos dentro del oficialismo y la oposición, y un dólar que se sigue yendo a la mierda. Es decir, todo normal.

Noticias de la Gorra

Argentina ofició de anfitrión en una nueva cumbre de la CELAC, en medio de varios cuestionamientos a la presencia del presidente cubano, venezolano y hondureño, pero se hizo igual, a pesar de que Nicolás Maduro no vino. Desde Juntos por el Cambio lo celebraron como un triunfo histórico al grito de Patricia Bullrich con «ganó la democracia». Con qué poco se conforman.

El que estaba afiladísimo es Alberto Fernández, quien preside la CELAC, y durante su discurso de inauguración la confundió con La Cumbre de Las Américas. Solo estaría faltando que lo salga a defender el Oso Arturo.

Alguna de las joyitas que salieron de esta cumbre fue la de reflotar la idea de una moneda común entre Brasil y Argentina, con lo cual se terminaría la estabilidad carioca y entraría en la joda inflacionaria argenta. Es más fácil hacerlos pelota que acomodar nuestra economía.

Otro que la tiene muy clara con la confraternidad sudamericana es el ministro de economía, Sergio Massa, en medio de esta loca propuesta monetaria dijo que Argentina y Brasil tienen que cuidar a Uruguay porque es el hermano menor. Sí, «Sergito», tienen unas ganas bárbaras los uruguayos de tener 100% de inflación. Además, la visita de Lula Da Silva a la Argentina también generó algunos puteríos en el Frente de Todos, ya que no pasó a ver a Cristina Fernández y se juntó con Alberto para tener una charla con organismos de derechos humanos.

Al parecer, el que se ofendió mal es Wado de Pedro, ya que no lo invitaron al cumple y cuestionó al Presidente por excluirlo, y disparó: «Mezclar la lucha de derechos humanos con las especulaciones electorales es no tener códigos». Seamos buenos muchachos, porque seguro que si se juntaba con Cristina iba a ser sin ninguna intención.

Por último, para cerra una semanita a puro ACV, Alberto Fernández se refirió a la inflación y al alza del dólar blue y dijo: «La inflación es autoconstruida: está en la cabeza de la gente» y culpó a la herencia de Mauricio Macri, la pandemia y la guerra en Ucrania. Menos mal que avisó. Nos vamos a mentalizar muy bien antes de ir al súper este finde así dejamos de autopercibir esos precios y sí los de hace 5 años. Gracias, «Albert».

El que le soltó la mano al gobierno fue el Papa Francisco, que apuntó contra la pobreza en la Argentina y cuestionó a sus gobernantes. Desde el Gobierno salieron a hacerse los boludos y la vocera de Alberto, Gabriela Cerruti, dijo que Jorge Bergoglio se estaba refiriendo a la gestión de Mauricio Macri, y lo responsabilizó por la pobreza y la crisis que azota al país. Señora, consígase un trabajo honesto.

Alberto Fernández le respondió al Papa por sus dichos y dijo: “Mientras gobernó Perón, otra era la realidad”. A ver pelotudo, Perón no gobierna desde hace 50 años y el presidente sos vos. Si tenés dignidad no hables más hasta diciembre.

La oposición dentro del oficialismo ya empezó a laburar en vista de las elecciones y lanzó la campaña “clamor” por Cristina para 2023 por parte de varias agrupaciones bancadas, casualmente, por Cristina.

Del otro lado del mostrador, en Juntos por el Cambio están todos con el centímetro viendo quién la tiene más grande, pero hasta el momento el que parece que mejor mide es Mauricio Macri que, después de estar un mes de joda en Qatar, se tuvo que tomar unas vacaciones en su casa del sur, y para demostrar lo larga que la tiene está haciendo desfilar a todos para que le besen el anillo. Algunos creemos que hasta le besaron el de cuero.

Por último, queremos felicitar a los piqueteros que después de tomarse un mes de vacaciones de verano vuelven a marchar para reclamar por el descuento del 50% a 155 mil beneficiarios de planes. Porque los reclamos son válidos, pero ellos también tienen derecho a unas vacaciones en enero.