El perfil del campeón

Siempre rodeado de ruido de motores y del glamour de las calles de Mónaco, Nico Rosberg sabía que su destino era subirse a un Fórmula Uno y repetir la historia de su padre Keke.
Nacido el 27 de junio de 1985 en Wiesbaden, Alemania, desde muy chico se fue a vivir con su familia a Mónaco… pavada de lugar para crecer. Nico lo hizo escuchando las historias de su padre en la máxima categoría del automovilismo mundial, cada año veía la carrera de F1 desde el balcón de su casa y el «bichito de la velocidad» comenzó a picarlo.

Las primeras competencias

Pese a todo, Keke, campeón del mundo en 1982 con Williams, no veía con agrado que su hijo fuera piloto pero tampoco hubo que convencerlo demasiado cuando Nico se subió a un karting en competencias amateurs de Francia. En 1996 y 1997 obtuvo títulos en una categoría promocional y en 1999 tuvo la chance de disputar el campeonato de Europa en la Fórmula A.
Con estos antecedentes, en 2002 corrió en la Fórmula BMW en el Viva Racing, equipo de su papá, con el que obtiene el campeonato con una demoledora actuación al quedarse con 16 de las 20 carreras. Como premio, logró hacer unas pruebas con Williams en la F1.
En 2005 Rosberg comenzó a jugar en las grandes ligas y decidió participar de la joven GP2 Series, la telonera de la Fórmula Uno. Y en ese mismo año consiguió el campeonato del mundo con el fuerte equipo ART Grand Prix. Así logró instalarse, en la misma temporada, como piloto de reserva de Williams.
Para el año 2006 Williams buscaba un compañero joven que apuntalara a Mark Webber y vieron en Nico al piloto justo, que debutó con un 7º puesto en Australia y el récord de vuelta, que hasta el día de hoy mantiene como el piloto más joven en lograrlo. Nico Rosberg se mantuvo en Williams hasta el final del 2009 con buenas y malas temporadas. La única vez que estuvo por pasar a un «grande» fue al término de su primera temporada, porque era seguido de cerca por McLaren.

El gigante alemán

Pero en 2010 pasó a un equipo, si no grande al menos importante en la historia de la F1, que volvía a por los laureles que supo conseguir en la década del 50′ de la mano de Juan Manuel Fangio: Mercedes. El gigante alemán regresaba a la máxima con una estructura en su mayoría alemana y buscaba dos pilotos de la misma nacionalidad para su primer año. Por eso eligieron en primera medida a Nico Rosberg. Un tiempo después, y de la mano de su director deportivo Ross Brawn, lograron convencer a Michael Schumacher para que regresara a las pistas.
Con Mercedes, en el 2012, logra su primera victoria en China, luego de 110 intentos. En 2013 llega a Mercedes Lewis Hamilton y Rosberg comienza a sentirse desplazado en una estructura alemana que, supuestamente, debía cobijarlo como a un hijo. Esos deseos de sentirse el 1 del equipo fueron su principal rival y lo que le permitió a Hamilton pasarlo por arriba y quedarse con los títulos 2014 y 2015 que Rosberg podía habar ganado tranquilamente de haber tomado las cosas con más calma.
Y llegó el 2016 y, una vez más, Rosberg estuvo con dudas de seguir, muchos lo ponían como piloto en Ferrari o Red Bull, pero finalmente se quedó en Mercedes y no se equivocó: ganó 9 carreras y se quedó con el ansiado campeonato mundial de Fórmula Uno. Así como lo hizo Keke, allá por 1982, cuando ganó una sola carrera.