«Entro a una cancha y olvido los problemas»

Nicolás Kravetzky, guardameta de Barracas Central, fue una de las piezas clave en la triple corona de su equipo durante 2021. Cada título fue especial, por el campeonato en sí y porque nunca lo habían lucido en sus vitrinas. Su actuación bajo los tres palos fue óptima y, por ello, se dio su llamado al combinado nacional.

Matías Lucuix, director técnico de la selección argentina, lo citó por primera vez y Nicolás nos cuenta sus sensaciones: “El llamado a la selección fue una noticia increíble, muy esperada durante muchos años. Creo que, como todo deportista, ya sea que juegue futsal o cualquier otro deporte, tiene ese sueño, esas ansias de poder vestir algún día la camiseta de la selección y competir a nivel nacional con otros países. Muy contento por la convocatoria y, bueno, sumaré desde el lugar que me toque”.

Su historia con la portería tiene una larga data e identidad, Kravetzky narra cómo fue su vinculo con el deporte y la posición: “Desde chiquito empecé a jugar al futsal en el arco a los 7 años en Atlanta, gracias al amigo de mi viejo. Desde el primer momento me preguntaron qué posición quería ser y dije que arquero. Ese fue el instinto que salió de adentro, desde ese momento siempre en el arco y, después, a los dos años por temas familiares, tuve que cambiar de club”.

Jorge Newbery fue su siguiente parada, donde permaneció durante una década y destaca que creció bastante como deportista. En 2016 llegó a Hebraica, donde jugó su ultimo año de Tercera, luego tuvo sus primeros partidos en Primera hasta 2019. Al año siguiente se sumó a Barracas, flamante tricampeón del año pasado.

El guardameta comentó lo que fueron las definiciones que protagonizó con su equipo ante su único rival, Boca Juniors, con quien le tocó definir todas las finales y en las cuales campeonaron: “Creo que cada final, cada competición, tuvo su particularidad, más allá que la vivimos con la misma intensidad de alegría y satisfacción al final, pero creo que cada una fue distinta”.

Su primer titulo fue la Copa de Oro, torneo relámpago que juegan los 8 mejores equipos de la máxima categoría. Luego llegó el título de la Primera División -certamen anual dividido en dos etapas- y, por último, obtuvo el título de la Liga Nacional de Futsal, en el que participan los mejores 12 equipos del país. Gracias al segundo obtuvo la clasificación a la Copa Libertadores, por primera vez, la cual tendrá sede en Argentina.

“Este año hicimos un grupo espectacular, con mucho recambio, que hoy por hoy eso es importante en el futsal. Creo que no muchos equipos mantienen todos los partidos entre 10 y 12 jugadores en cada rotación. Supimos aprovecharlo todos, el quipo se mantuvo de regular para arriba durante todo el torneo”, expresó el jugador. También confesó que en instancias finales prefiere que se defina en el partido, ya que considera que «los penales son medio un tiro al aire, puede pasar cualquier cosa, normalmente gana el que está más ‘fino’ o el arquero que más penales ataja. Pero nos tenemos que adaptar a las reglas”.

Por otra parte, las cábalas son parte del juego y, claro, individualmente algunos no creen y otros sí. Kravetzky tiene sentimientos encontrados sobre el tema. “Soy de tener algunas costumbres antes de los partidos. Pero sinceramente no soy mucho de creer en eso. Si sirve, es más que nada para que cada uno tenga confianza y esté en sintonía con lo que puede llegar a pasar en el partido, está buenísimo. Pero como es el fútbol, se define dentro de una cancha y, hagas lo que hagas antes o después, no va a cambiar el resultado, pero sí sirve de confianza bienvenido sea”, relató Nico.

El futsal va adquiriendo muchas definiciones personales en el último tiempo, la disciplina va potenciándose y es un espacio único para cada jugador que rueda el balón en el 40×20. Sienten una conexión particular por el deporte y Nico no es ajeno a ello y nos brinda su definición: “El futsal es libertad, es relajo, es poder sentirse pleno en un lugar. Por lo menos para mí, entro a una cancha y me olvido de todo, de los problemas, de los asuntos personales, familiares, de las cosas del trabajo, del estudio. Creo que es un lugar donde me siento libre, cómodo. Siento una felicidad plena que en otro lugar no siento normalmente”.

Finalmente, su conexión con la disciplina continúa, ya que trabajó con categorías infantiles, pero por pandemia no pudo continuar. Su idea es retomar este 2022. Además, está estudiando para ser profesor de Educación Física. “Doy clases particulares de gimnasia y entrenamientos de arquero. La docencia y enseñanza es algo que me gusta mucho, además de transmitir conocimientos y valores”.