Fotografía terapéutica: mirar y mirarnos

La fotografía terapéutica es una rama del arte terapia que se basa en técnicas fotográficas, tanto de toma como de análisis de material capturado por otros, para hacerle bien a las personas que participan de la práctica.

Esta puede ser utilizada por todo tipo de personas sin importar sus capacidades artísticas, físicas o psicosociales, como tampoco su edad, dado que está probado que se utiliza como herramienta terapéutica, educativa y de expresión con niños, adolescentes, adultos y adultos mayores con o sin patologías. Pero siempre hay que tener en cuenta que quién dirija la práctica sea un profesional de la Salud o Educación con un título habilitante para realizar terapias.

La fotografía nos permite captar la esencia del momento, buscar un ángulo que muestre lo que nos interesa, resaltar la belleza que nos rodea o apoyarnos en un discurso para darnos una posibilidad de crecimiento creativo y vital. Habla de aspiraciones y retos, de una forma de mirar la vida. Tomamos muchas decisiones cuando mostramos una imagen y son estas decisiones las que nos definen.

Las respuestas a las cuestiones «¿qué hago yo en la vida? ¿Quién soy yo o en qué momento estoy?» pasan por una reflexión interior y es, en este punto, donde la fotografía puede ser la herramienta que facilita el acceso al mundo interior.

Debido a la masividad de las redes sociales y la exposición de la vida de las personas a través de imágenes, el uso de la fotografía tiene un gran impacto. La nueva forma de comunicación pasa a ser menos palabras, más imágenes. La mayoría de las personas tienen fotos de momentos de sus vidas que pueden servir como puentes naturales para comunicar sus sentimientos, vivencias, expresiones y recuerdos. Y otro grupo de personas encuentran en el acto de realizar fotos una manera de darse a conocer y expresarse, compensando déficits comunicacionales tanto como emocionales. Desde esta base parte la fotografía terapéutica, para trabajar diferentes aspectos del ser humano dependiendo del objetivo que se quiera alcanzar.

Dado que la herramienta fotográfica tiene muchas aristas para explorar, podemos trabajar con diferentes objetivos dependiendo de: si se aplica en forma individual o grupal, la edad de los sujetos, las capacidades cognitivas, motrices y psíquicas y del contexto en donde se utilice: terapéutico, educativo o artístico, como una búsqueda de introspección personal.

Precursora en nuestro país

Daniela Java Balanovsky, licenciada en psicología y fotógrafa, es coordinadora del equipo de fotografía terapéutica de la escuela Motivarte.

Nos cuenta que la fotografía terapéutica nace en la Argentina por un viaje que realiza a Jerusalén en la que conoció diferentes escuelas de fotografía. Entra a una llamada Musrara y allí encuentra la carrera de fotografía terapéutica con una duración de tres años. «Eso me llevó a investigar y caer en la cuenta de que en Argentina se estaba utilizando en el Hospital Alvear sin saber que existía una sistematización de conocimientos y se usaba de manera intuitiva en pacientes con trastornos de alimentación, trastornos dismórficos, con fobias específicas, trastornos obsesivos compulsivos, entre otras patologías».

A partir de ese momento es que empiezan a trabajar en la sistematización de conocimientos, en la adaptación de los fundamentos de la fotografía terapéutica de la escuela canadiense a la argentina para adaptar conceptos, ideas y metodologías.

Las acciones que realizan actualmente en la escuela Motivarte es un trabajo en equipo multidisciplinario que se extendió a exalumnos y discípulos de sus seminarios. Hacen trabajos de docencia e investigación basado en estudio de casos y apuntan a la inclusión social de todas las personas utilizando la fotografía como una herramienta y como un dispositivo que permite equiparar oportunidades, ya sea en el caso de personas con discapacidades o desarrollar talentos artísticos en personas que necesiten expandir y desarrollar sus habilidades.

La actualidad de la fotografía terapéutica en Argentina

En nuestro país son muchos los profesionales que trabajan en las diferentes áreas con la fotografía como una herramienta terapéutica y es una disciplina que crece a medida que pasa el tiempo debido a los excelentes resultados que se pueden observar con su aplicación.

En el pasado mes de agosto se realizó la Segunda Conferencia Internacional de Fotografía Terapéutica, donde profesionales de diferentes países presentaron ponencias con casos clínicos y situaciones escolares, como así también con las diferentes maneras de llevar a la práctica esta disciplina.