Fruto de la inflación

Este miércoles se publicó en el Boletín Oficial la Resolución 446/2022 que establece precios de referencia por kilo para frutas, verduras y hortalizas, a modo de paliativo contra la constante inflación y aumento desmedido de precios en diversos sectores.

La medida anunciada por la Secretaría de Comercio Interior que encabeza Roberto Feletti pone el foco en los importes de venta para los públicos de la cebolla (69 pesos), lechuga (160), manzana (180), papa (49) y tomate (199 pesos) en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Estos valores de referencia se encuentran bajo el argumento de la caducidad de estos alimentos, «porque las frutas y hortalizas son productos altamente perecederos y de alta rotación», con disponibilidad «fuertemente afectada por la estacionalidad propia de producción y su sensibilidad a fenómenos climáticos y logísticos coyunturales» que «inciden directamente sobre las condiciones de comercialización disponibles para los consumidores», expresa el documento publicado esta semana.

Asimismo, la resolución detalla que «bajo tales parámetros, se entiende oportuno y conveniente comunicar un marco de referencia de precios para una canasta de frutas y hortalizas que sea comercializada en las cadenas de supermercados, con el propósito de reducir la dispersión de valores que de cara a los consumidores» en AMBA para «inmediata implementación de la medida».

Al respecto de «la situación de la inflación, en especial en el rubro alimentos, es tan desesperante que, a pocas horas de que se de a conocer el índice de la misma, el Gobierno impulsa medidas para contener la suba de precios», expresa el actuario y especialista en Economía del Noticero, Alejandro Nava. «Es en el rubro alimentos donde se vienen registrando las mayores subas. En febrero de 2022 se registró un alza del 7,5% en la división Alimentos y Bebidas no alcohólicas, destacándose una suba en el precio de verduras, tubérculos y legumbres superior al 20% en algunas regiones. Esta situación se repite en marzo de 2022 con una variación del 7,2% respecto del mes de febrero. En el acumulado de estos dos meses, se llega así a un valor de 14,6% de incremento en los precios de la canasta de alimentos».

Además, «esta situación afecta a los sectores más vulnerables de la economía y, sin lugar a dudas, pondrá presión al índice de pobreza e indigencia, afectando a la canasta básica de alimentos. Es por ello, que el secretario de Comercio Interior, elaboró una lista con precios de referencia para los alimentos que son relevantes en el consumo habitual de la población, como la papa, la cebolla, la lechuga y la manzana, para los valores de dichos productos en la cadena de distribución de supermercados y grandes tiendas de consumo masivo, con el fin de evitar la dispersión de precios, contener la suba y proteger el bolsillo de los sectores más vulnerables a los que comprar alimentos se les está haciendo cada día más pesado, en un contexto de salarios deprimidos, bajo nivel de empleo registrado y caída del salario real», detalla Alejandro.

«No olvidemos que la medida también resulta oportuna si se tiene en cuenta que el Gobierno Nacional autorizó un aumento de las tarifas de gas, electricidad y telefonía, y los servicios de medicina prepaga. También se persigue generar que no se diluya el efecto de adelantar la suba del Salario Mínimo Vital y Móvil, a fin de mejorar los ingresos de las familias de menores salarios», afirma Nava.